Desde cualquier medio, periodismo en libertad
Bernardo Barranco, experto en religiones, afirma que la Iglesia católica atraviesa una crisis inédita en 2 mil años sobre escándalos y pederastia que amenaza su existencia, ante lo cual no bastan los perdones, por lo cual el Papa Francisco anunció un sínodo para plantear nuevas respuestas.
"¿Estamos preparados para la aventura de este viaje? ¿O tenemos miedo a lo desconocido, prefiriendo refugiarnos en las habituales excusas: 'Es inútil' o 'Siempre lo hemos hecho así'"?, sostuvo el sumo pontífice en su homilía.
Jean-Marc Sauve, jefe de la comisión que compiló el informe, dijo que la Iglesia mostró indiferencia hacia los abusos durante años, prefiriendo protegerse a sí misma en lugar de a las víctimas, muchas de ellas de entre 10 y 13 años.
Una investigación independiente sobre los escándalos de abuso sexual de la Iglesia Católica en Francia apunta que personas involucradas con el clero francés abusaron de alrededor de 330 mil niños y niñas, en medio de un ambiente propicio para la impunidad.
El papa Francisco mostró su "dolor" tras la publicación del informe que reveló los abusos, al tiempo que expresó su "gratitud" a las víctimas por su valentía al denunciarlos.
Durante su sermón, el sacerdote Alfredo Gallegos Lara, conocido como “Padre Pistolas”, causó polémica tras compartir una anécdota personal en la que critica e insulta a una mujer con sobrepeso.
El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, sostuvo una reunión con legisladores del PRI, PAN, Morena, PT y Partido Encuentro Social (PES).
De esta forma, el padre Lázaro Hernández Soto, durante su homilía en la Iglesia La Salle de Monclova, se pronunció contra el fallo histórico de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre la despenalización del aborto.
El Pontífice reveló que prefiere la Casa Santa Marta, construida en 1996 junto a la Basílica de San Pedro y que destaca por su austeridad.
En 2011, Karadima fue senteciado por el Vaticano a una vida de penitencia y oración, tras probarse su culpabilidad y, en 2018, el Papa Francisco lo expulsó de la Arquidiócesis de Santiago; sin embargo, no pudo ser juzgado penalmente, porque los delitos habían prescrito.