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La empresa española de agua y energías renovables Cox acordó comprar los activos de Iberdrola en México en una operación que valora el negocio en 4,200 millones de dólares.
El acuerdo, sujeto a las aprobaciones habituales, implica un múltiplo de 1.6 millones de dólares por MW operativo.
El director general de la empresa, Ignacio Moreno, señaló que la empresa conoce México y sus leyes a 'la perfección', dada la historia de la compañía, fundada en 2014 por Enrique Riquelme.
La eléctrica busca vender ante la preocupación por la estabilidad jurídica y fiscal del país, reportó el medio español.
La compañía había registrado plusvalías por 1,100 millones de euros en 2024, tras vender 13 plantas al Gobierno mexicano durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que con la compra, la CFE estará a cargo de más del 50% de la generación de energía eléctrica del país.
Las 13 centrales incluidas en la operación cuentan con una capacidad instalada de 8.539 MW, de los que el 99 % corresponde a ciclos combinados de gas.
Andrea Marván Saltiel, Comisionada Presidenta de la Cofece, explicó para Aristegui En Vivo que tanto el Gobierno Federal como Iberdrola, tienen que aceptar las condiciones que les impuso la Comisión para poder hacer la compra de 13 plantas generadoras de electricidad. Además asegura que la Cofece revisará por 10 años que se cumplan con las condiciones.
Tras el anunció de que el Gobierno de México comprará 13 plantas generadoras de electricidad de la empresa española Iberdrola, la Cofece ha impuesto condiciones para garantizar la competencia en el mercado de generación eléctrica. Andrea Marván Saltiel, comisionada Presidenta de la Cofece, explica que algunas de las condiciones son la operación independiente de las plantas y la prohibición de intercambios de información que puedan afectar la competencia. La Comisión estará verificando el cumplimiento de estas condiciones durante 10 años. El presidente López Obrador celebró la compra, pero la operación está condicionada a la aceptación de estas condiciones tanto por parte del Gobierno mexicano como de Iberdrola.
El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que la autorización 'fue un avance', pese a las condiciones que impuso Cofece para la compra de las plantas.