Desde cualquier medio, periodismo en libertad
Mohamad Afif Nabulsi, portavoz del partido-milicia chií libanés, amenazó al primer ministro israelí, indemne en el ataque del pasado sábado, al señalar que entre los milicianos y el líder israelí "hay días, noches y terreno" por delante.
Israel apuntó a la República Islámica como autora del ataque; "esta acción fue llevada a cabo por el Hezbolá libanés", aseveró la misión de Irán ante la ONU.
Israel confirmó este sábado que el dron que impactó en Cesárea iba dirigido a la residencia privada en esa ciudad de Netanyahu, pero que ni él ni nadie de su familia se encontraban en la casa.
Durante el incidente también se activaron las sirenas en la base militar de Glilot, cerca de Tel-Aviv, pero no se reportan civiles heridos.
El ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, aseguró que los cascos azules de la misión de paz de la ONU en el Líbano son "escudos humanos" de Hizbulá.
Qasem ha afirmado en un discurso que, "desde una posición defensiva", todo Israel puede ser ahora un objetivo.
Los cascos azules se encuentran en Líbano de conformidad con la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la guerra de 2006 entre Israel y Hezbolá.
Israel confirmó dos militares heridos de gravedad mientras uno de sus bombardeos deja al menos cinco muertos y una mezquita destruidos en el sur del país.
El Ejército de Israel ordenó la evacuación forzada de 25 poblaciones del sur de Líbano para facilitar su operación contra las milicias de Hezbolá.
Netanyahu dedicó unas palabras de solidaridad a las familias de las seis personas fallecidas y a las nueve personas heridas en el atentado registrado este martes.