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El grupo terrorista asegura que los talibán representan una interpretación moderada de los preceptos más radicales de la ley islámica.
Tras los ataques con bombas detonados por el grupo terrorista ISIS-K en Kabul, Afganistán, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instruyó a las fuerzas armadas de su país preparar un ataque contra sus líderes y blancos estratégicos.
Al menos 60 personas murieron en el aeropuerto de Kabul y otras 100 resultaron heridas, informó agencia de noticias Amaq.
Un funcionario talibán reportó al menos 13 muertos, incluidos niños, y 52 heridos, mientras que testigos hablaban de muchos más cadáveres por las detonaciones pasadas.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, dijo que una explosión ocurrió cerca de la Puerta de la Abadía del Aeropuerto y la otra cerca de las instalaciones del Baron Hotel.
Fuentes hospitalarias informaron que el número de muertos por la explosión podría aumentar, ya que algunos de los heridos se encuentran en estado crítico.
En los últimos meses, el secuestro de niños por parte de Boko Haram y otros grupos armados ha resurgido, incluso en zonas del país que antes se libraban de esta lacra, según cifras proporcionadas por la ONU.
Medios locales aseguraron que los trabajadores humanitarios de la ONU se encuentran atrapados en medio de la ofensiva.
"La reconstrucción y rehabilitación de este importante complejo histórico envía una fuerte señal de resiliencia y esperanza", manifestó la directora general de UNESCO, Audrey Azoulay.
Francia recuerda hoy el mayor atentado terrorista en su historia, ejecutado en París en 2015 por grupos islamistas y que dejó al menos 132 personas fallecidas y cientos de heridos. Este año, el país ha vivido de nuevo el terror de los atentados.