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También lo solicitarán a título individual los matadores contratados para lidiar en la Plaza México desde 2016, año que la actual empresa gestora tomó el control del mayor recinto taurino del mundo.
"No se busca la desaparición de la tauromaquia sino su evolución", dijo el congresista Víctor Hugo Romo de Vivar, de Morena.
Los manifestantes, quienes portaban pancartas y coreaban consignas como "la fiesta no se toca" y "libertad", argumentaron que las modificaciones a la tauromaquia representan una amenaza para sus empleos.
El presidente de Tauromaquia Mexicana, Manuel Sescosse, afirmó que el sector no fue convocado para discutir la eliminación de la muerte y los castigos en las corridas.
Brugada afirmó en conferencia de prensa que esta medida respondía al sentir de una mayoría ciudadana, y señaló que llevará a la Ciudad de México a la vanguardia en la protección del los animales.
Arturo Berlanga expresó su asombro ante la propuesta de Ricardo Monreal sobre adaptar las corridas de toros para que no incluyan sangre y asegura que una regulación de ese tipo no sería viable jurídicamente ni correcta desde un punto de vista ético. Explicó que, aunque no se mate al toro visiblemente frente al público, el sacrificio seguiría siendo ilegal, ya que las leyes mexicanas solo permiten la matanza de animales bajo cuatro supuestos específicos: enfermedad, vejez, accidente o incapacidad, ninguno de los cuales aplica a los toros de lidia.
Héctor Gutiérrez sufrió un corte de 20 centímetros en la pierna derecha.
La organización aseguró que no se debe permitir que las infancias se contaminen con esta tradición.
Aceituno, Ministro, Seda Negra, Pelea de Gallos, Tortolito y Mar de Nubes fueron los toros sorteados para esta primera corrida.
Durante las celebraciones del día del niño en una escuela primaria de Xalisco, estudiantes coreaban corridos con contenido explícito.