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La periodista Lilia Saúl expuso cómo movimientos como el de Ayotzinapa fueron blanco del software Pegasus en México; recordó cómo hace unos años se dio a conocer una conversación del representante de los padres, Vidulfo Rosales, por lo que ahora que se confirma que fue espiado, no le causó sorpresa.
Luis Fernando García, director de R3D, y Santiago Aguirre, del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, sostuvieron que funcionarios del sexenio de EPN, e incluso el propio presidente, tienen que dar explicaciones por el espionaje masivo que ahora se comprueba. Además, consideraron que el gobierno actual no debe minimizar esta investigación mundial.
Paloma Dupont de Dinechin, de Forbidden Stories, expuso cómo se armó la investigación colaborativa sobre el espionaje masivo y expandido por varios países.
La investigación en la que participan 17 medios de diversas partes del mundo revela el interés de clientes de NSO por seguir las actividades y todos los asuntos del entonces líder de la oposición y ahora Presidente de México.
Periodistas de todo el mundo revisaron por meses los más de 50 mil números telefónicos de potenciales blancos para espionaje a los que tuvo acceso la organización francesa Forbidden Stories. México es, por mucho, el primer lugar en número de registros accesados por clientes de la compañía de espionaje israelí NSO Group. En la investigación global aparecen al menos 12 jefes de Estado.
En 50 países, entre los que destaca México, mandatarios, activistas, defensores de derechos humanos y al menos 180 periodistas fueron espiados con el software Pegasus, creado por la empresa israelí NSO Group, según una investigación internacional dirigida por Forbidden Stories, con apoyo de Amnistía Internacional y en la que participa Aristegui Noticias. En México, también los teléfonos de la esposa, hijos, colaboradores cercanos y hasta del cardiólogo de Andrés Manuel López Obrador fueron ingresados entre 2016 y 2017 a este sistema.
El periodismo colaborativo es una de las mejores defensas contra los ataques a la democracia global, afirman Laurent Richard y Sandrine Rigaud, de Forbidden Stories.
Usuarios del programa enfocaron sus esfuerzos en infectar los teléfonos de comunicadores, revelan la investigación internacional realizada por más de 80 periodistas.
Así lo revela una investigación de más de 80 periodistas de 17 medios en 10 países liderada por Forbidden Stories, Amnistía Internacional y en la que participa Aristegui Noticias.
La nueva investigación arroja que familiares de los 43 estudiantes desaparecidos, sus defensores e incluso autoridades investigadoras del caso, fueron seleccionados como objetivos de espionaje en el sexenio de Enrique Peña Nieto.