Ante un tsunami no tendríamos ninguna capacidad de reacción: Rosengaus

Michel Rosengaus, consultor privado en hidrometeorología, informó que si el Gobierno Mexicano no reaccionó rápidamente ante el huracán Otis, da la impresión que no se tendría ninguna capacidad de reacción ante un tsunami.

“Si no pudimos reaccionar rápidamente ante un huracán del que teníamos información, que estaba en este proceso de intensificación rápida desde 36 horas antes y digamos ya muy alarmante 12 horas antes, ¿cómo reaccionaríamos por ejemplo en contra de un tsunami? Un sismo que produjera una ola grande que inundaría la zona de guerrero, probablemente tendríamos entre una hora y 10 minutos de anticipación” dijo en entrevista en Aristegui En Vivo.

“Da la impresión de que no tendríamos ninguna capacidad de reacción en esa última hora o dentro de esos últimos minutos”, añadió.

El también ex Coordinador General del Servicio Meteorológico Nacional de México explicó que 90 horas antes de que el huracán Otis tocara tierra en Acapulco el pasado 24 de octubre, ya se sabía que lo haría muy cerca de Acapulco, aunque en ese momento tenía la categoría de tormenta tropical.

Añadió que 36 horas antes se pronosticó que tocaría tierra como huracán categoría 2; 24 horas antes se informó que lo haría como huracán categoría 3, 18 horas antes como categoría 4 y finalmente 12 horas antes se dio a conocer que pegaría como categoría 5.

Foto: Cuartoscuro

“Entiendo que la situación era difícil, no era la típica, no era la ideal donde nos avisan con 5 días de anticipación que va a entrar un huracán, etcétera, pero así es este negocio, nosotros no controlamos eso, nosotros solamente tenemos que hacer lo mejor que podemos hacer con la información que tenemos disponible”, agregó.

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Sostuvo que por ello, el día del impacto se debían haber terminado todas las operaciones necesarias para salvaguardar a las personas antes del anochecer, debido a que la población no reacciona rápido cuando está durmiendo.

“Ciertamente, perdimos mucho tiempo ahí y me parece que lo que la población reporta sobre cómo fue notificado indica claramente que no fue el óptimo, inclusive bajo estas condiciones de atipicidad del fenómeno que fue, tuvo una intensificación sorpresiva, récord en el pacífico mexicano, pero probablemente récord en términos de los huracanes que afectan a América”, agregó.

Michel Rosengaus aseguró que la inversión que se ha realizado a lo largo del tiempo en materia de huracanes es incompatible con el nivel de peligro y riesgo ciclónico de México, que es uno de los más altos del mundo.

“Antes de que yo trabajara en el servicio meteorológico nacional como investigador del Instituto Mexicano hicimos una recomendación al servicio meteorológico nacional mencionando cuál era el número de radares que probablemente necesitaba y se llegó a la conclusión de que necesitaba unos 18 radares de gran potencia como los que típicamente ha comprado México y luego otros 18 radares que cubrieran los huecos que quedaban entre los 18 radares principales digamos por las zonas montañosas”, agregó.

Sin embargo, explicó que actualmente en México sólo hay cuatro radares funcionando y que el de Acapulco no estaba activo en el momento del impacto de “Otis”.

También recomendó que se utilizara un avión no tripulado para monitorear los huracanes a lo largo de la costa del océano pacífico, el cual pueda desembarcar en los diferentes aeropuertos que hay en estas zonas.

 “Pero no es una cosa que en este momento sea, todavía operativa, entonces hay muchas cosas por hacer, pero ciertamente las cosas que se han venido haciendo a lo largo del tiempo con este tema son incompatibles con el nivel de peligro que tiene México, con el riesgo ciclónico que tiene México, que es uno de los más altos del mundo”, aseveró.

Ve la entrevista completa: