Los impresentables de Morena para la CDMX: García Harfuch y López-Gatell | Artículo
El exsecretario de Seguridad de la CDMX García Harfuch y el subsecretario de Salud López-Gatell aspiran a ser candidatos por Morena para la jefatura de gobierno de la capital.
Por Rogelio Muñiz Toledo
“Candidatear a una persona con ese perfil (Omar García Harfuch)
es prácticamente pedir que alguien vote por García Luna para
ser presidente, tan aberrante y tan peligroso como eso“
Anabel Hernández García *
“Al margen de las posibilidades reales que pueda tener
(Hugo López-Gatell) para conseguir la candidatura de
MORENA, los firmantes rechazamos enfáticamente su
postulación, que consideramos un acto que desafía
cualquier precedente de cinismo“
Diálogo, Ciencia y Cultura **
Las precandidaturas de facto de Omar Hamid García Harfuch y Hugo López-Gatell Ramírez a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México por Morena son un despropósito. Al margen de lo que señalen las encuestas en relación con las preferencias electorales para la elección de 2024, García Harfuch y López-Gatell son impresentables como aspirantes a gobernar la Ciudad de México.
Las encuestas más recientes muestran que Morena tiene ventaja sobre la coalición opositora en la Ciudad de México. Si hoy fueran las elecciones, esa ventaja le permitiría obtener el triunfo con independencia de que la candidatura fuera para Clara Marina Brugada Molina o para García Harfuch.
Por eso, la decisión de Morena de avalar las precandidaturas de dos aspirantes impresentables por su trayectoria en el servicio público, como García Harfuch y López-Gatell, solo se explica a partir de decisiones políticas tomadas por quienes desde hace unas semanas comparten la conducción de la llamada Cuarta Transformación: Claudia Sheinbaum Pardo y Andrés Manuel López Obrador.
La virtual candidata de Morena a la presidencia de la República ha impuesto como precandidato a su delfín (García Harfuch) y el presidente López Obrador ha enviado como comparsa al fracasado “zar de la pandemia en México” (López-Gatell). Decisiones cupulares que han dejado fuera a aspirantes más competitivas y con trayectorias políticas respetables, como la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, y que apuntarían a que la aspirante más identificada con Morena y la Cuarta Transformación -y la única con una trayectoria política de larga data en la Ciudad de México- de entre las y los cuatro seleccionados, Clara Brugada, sería descartada a pesar de ser tan competitiva, o más, que García Harfuch.
A pesar de que la campaña mediática en favor de García Harfuch lo ubica como un candidato competitivo, y no obstante los esfuerzos que se hacen desde Palacio Nacional para salvar su candidatura y posicionar a López-Gatell como parte de la estrategia para favorecer a García Harfuch, si se revisa a su trayectoria en el servicio público ambos exfuncionarios resultan impresentables como aspirantes a la Jefatura de Gobierno.
La trayectoria en el servicio público de García Harfuch ha sido exclusivamente en el ámbito policial y la de López-Gatell en el ámbito de la salud pública. Hechos que por sí mismos de ninguna manera los descalifican para aspirar a la candidatura; pero su desempeño como servidores públicos deja muchas dudas sobre sus credenciales para desempeñar el cargo de Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Si se analiza con detenimiento el paso de García Harfuch por las instancias de seguridad y procuración de justicia a nivel federal y al frente de la policía de la Ciudad de México y si se revisa el desempeño de López-Gatell en el sector salud y como subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud del Gobierno de México, en particular como responsable de hacer frente a la pandemia, la conclusión es que ambos son impresentables para la candidatura al segundo puesto de elección popular más importante del país.
Por más que se le ha querido presentar como un “súper policía”, su trayectoria en la Policía Federal y al frente de la seguridad en la Ciudad de México genera muchas dudas sobre la capacidad de García Harfuch para gobernar la Ciudad de México. La periodista Anabel Hernández ha documentado ampliamente, desde hace tres años, la trayectoria de García Harfuch como policía en la Secretaría de Seguridad Pública federal entre 2008 y 2016. Las conclusiones a las que se puede llegar con la lectura de su investigación periodística son contundentes.
A finales de 2020, a un año de haber sido nombrado secretario de Seguridad Ciudadana en la Ciudad de México y cuando se le mencionaba como un posible sucesor de Alfonso Durazo Montaño en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México, Anabel Hernández dio cuenta de una amplia y sustentada investigación periodística -publicada en Aristegui Noticias el 15 de octubre de 2020- sobre el paso de García Harfuch por la policía federal.
El exhaustivo trabajo de investigación periodística de Anabel Hernández, que puede consultarse en el siguiente vínculo: Omar García Harfuch: El expediente secreto | Aristegui Noticias, resulta esclarecedor sobre el perfil de García Harfuch como policía y su desempeño como servidor público. La periodista Anabel Hernández tuvo acceso al “Reporte Integral de Evaluación” derivado del examen de control de confianza practicado entre 2011 y 2012 al ahora aspirante a gobernar la Ciudad de México.
El “RESULTADO INTEGRAL” de la Dirección General de Control de Confianza de la Policía Federal en el referido “Reporte Integral de Evaluación” es contundente: Omar García Harfuch “NO CUMPLE CON EL PERFIL”. Anabel Hernández explica que dicha conclusión oficial se sustentó, entre otras razones, en el hecho de “no cumplir con el requisito de aprobar los procesos de control de confianza para permanecer en la institución” y por “antecedentes de realizar cateos sin orden judicial y detenciones arbitrarias”.
A esto habría que añadir que el pasado 27 de septiembre el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, confirmó una información que ya era pública: “García Harfuch formó parte de la junta de autoridades que crearon la ‘verdad histórica’ sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa”. La nota completa sobre la declaración de Encinas puede consultarse en el portal de Aristegui Noticias, en el siguiente vínculo: García Harfuch sí participó en junta que armó ‘verdad histórica’ de Ayotzinapa: Encinas | Aristegui Noticias.
Más allá del papel específico que García Harfuch haya tenido en dichas reuniones, así como en el periodo inmediato anterior y en los días posteriores a la noche de Iguala en su carácter de coordinador estatal de la Policía Federal en Guerrero y posteriormente como integrante de la División de Gendarmería del mismo cuerpo policial, su participación en esas juntas -en las que a decir de Alejandro Encinas se habría “creado” la “verdad histórica”- y su desempeño como responsable de la Policía Federal en Guerrero son suficientes para poner en entredicho su participación en el proceso de selección de quien obtendrá la candidatura de Morena al Gobierno de la Ciudad de México.
Además, aunque su desempeño como secretario de Seguridad Ciudadana en la Ciudad de México se ha querido presentar como el de un “súper policía”, la percepción de la población sobre la inseguridad en la capital de la República dice otra cosa. Aunque ha habido ciertos resultados positivos en cuanto a la reducción de algunos delitos de alto impacto, los resultados de la “Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública” (ENVIPE) y de la “Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana” (ENSU), ambas elaboradas por el INEGI, y del reporte sobre “Incidencia Delictiva del Fuero Común 2023”, elaborado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, muestran que el supuesto éxito de García Harfuch en materia de seguridad en la Ciudad de México, no es tal.
Si se analiza la evolución de la seguridad pública con base en los documentos mencionados en el párrafo anterior, se le contrasta con los resultados a nivel nacional y se compara con las demás entidades federativas, los resultados no son positivos.
Según la ENVIPE 2023, “se estima que 37.4% de los hogares en la Ciudad de México tuvo, al menos, una víctima de delito en 2022”, una disminución de solo poco más de 2 puntos porcentuales respecto de 2020 -primer año completo de la gestión de García Harfuch- y 10 puntos por encima de la media nacional. Tendencia similar se observa en la tasa de víctimas de delito por cada cien mil habitantes. En lo que va de 2023 el robo a casa habitación con violencia y a transportista se duplicaron y el robo a negocio, el fraude, la extorsión y el despojo aumentaron.
De acuerdo con la ENVIPE 2023, si se compara 2022 con 2021 encontramos que el número de delitos por cada cien mil habitantes aumentó en la Ciudad de México, en particular la extorsión, el fraude y los robos. En 2022 la tasa de robo o asalto en la calle o en el transporte público en la Ciudad de México por cada cien mil habitantes es más del doble de la tasa nacional. El 67.2 % de la población considera la inseguridad como el problema más importante que aqueja hoy en día a la Ciudad de México, casi 7 puntos porcentuales por encima de la media nacional, y el 80.7% se siente insegura en el transporte público, 15 puntos por arriba de la media nacional.
La Ciudad de México ocupa el octavo lugar entre las entidades federativas más inseguras del país, solo superada por Zacatecas, Estado de México, Morelos, Guanajuato, Veracruz, Colima y Michoacán y muy por encima de la media nacional. Si se le compara con estados verdaderamente exitosos en materia de seguridad como Coahuila y Yucatán, la Ciudad de México presenta un nivel de percepción de inseguridad que prácticamente duplica el de aquellos. No parece haber algo para presumir por parte de García Harfuch.
De acuerdo con datos de la ENSU correspondiente al segundo trimestre de 2023, solo en dos Alcaldías de la Ciudad de México (Benito Juárez y Cuajimalpa de Morelos) el porcentaje de la población que se sintió insegura es igual o inferior al 20% y, salvo Miguel Hidalgo y Coyoacán, en las restantes demarcaciones más del 50% se sintió insegura. En todas las Alcaldías más del 40% de la población se siente insegura en el transporte público, situación similar a la de 2020. Salvo en Benito Juárez, Magdalena Contreras, Tláhuac y Xochimilco, el robo parcial de vehículo (robo de autopartes) aumentó en la Ciudad de México entre 2020 y 2023.
Salvo en Benito Juárez y Cuajimalpa de Morelos, en el resto de las Alcaldías más del 40% de la población tiene la percepción de que la delincuencia seguirá igual de mal o empeorará en los próximos doce meses, lo cual se entiende porque solo en seis alcaldías (Álvaro Obregón, Benito Juárez, Cuajimalpa de Morelos, Miguel Hidalgo, Milpa Alta y Tláhuac) más del 50% consideró efectivo el desempeño de la policía.
Según la ENVIPE 2023, el desempeño de la policía y de los agentes de tránsito en la Ciudad de México, dependientes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que García Harfuch dirigió por casi cuatro años, se ubica en el antepenúltimo y penúltimo lugares, respectivamente, de entre todas las autoridades de seguridad y procuración de justicia que operan en la entidad federativa y muy por debajo de la media nacional. El nivel de percepción sobre corrupción de ambos cuerpos policiacos se encuentra entre los tres más altos de los cuerpos de seguridad de la Ciudad de México y también muy por encima de la media nacional.
Si consideramos que, además, García Harfuch no fue capaz de erradicar los cateos ilegales, la “siembra de pruebas” y la extorsión por parte de elementos de la policía de la Ciudad de México, temas que inevitablemente nos remiten a los datos de la investigación periodística de Anabel Hernández, la imagen de “súper policía” que se le ha pretendido crear resulta insostenible.
En cuanto a López-Gatell, su desempeño como responsable de gran parte de la política de salud en el Gobierno del presidente López Obrador ha sido desastroso. El pésimo e irresponsable manejo de la pandemia y el estado en el que deja el sistema de salud hacen que inevitablemente se asocie la gestión del doctor con la muerte de las más de 800 mil personas consecuencia de la COVID-19 o por causas asociadas a esta. Decesos que en un alto porcentaje se pudieron evitar si se hubiera hecho frente a la pandemia con diligencia, apego a la ciencia y a una buena práctica médica y si la pretendida transformación del sistema de salud nacional no hubiera fracasado estrepitosamente.
Entre enero de 2020 y diciembre de 2022 ocurrieron en México 3,032,969 defunciones, con un exceso de mortalidad estimado en 801,342 decesos. La Ciudad de México tiene las tasas más altas del país, por cada 100 mil habitantes, en defunciones, exceso de mortalidad y defunciones por la COVID-19. Datos que necesariamente se asocian a las pésimas decisiones y a la negligencia de López-Gatell para enfrentar la pandemia; al manejo poco transparente de las vacunas y del medicamento contra la COVID-19 a pesar de que, por haber sido adquiridos con recursos públicos, su compra y distribución debió ser transparente; al fracaso del proyecto de creación del INSABI para sustituir al Seguro Popular, lo que significó un despilfarro de centenas de miles de millones de pesos que debieron destinarse a mejorar las condiciones del sistema de salud pública; y a la falta de vacunas, medicamentos, insumos médicos y tratamientos, en particular de medicinas para el cáncer y otras enfermedades crónico degenerativas.
Dice López-Gatell que con su candidatura al Gobierno de la Ciudad de México pretende “humanizar la Ciudad”. Desfachatez supina cuando como servidor público se condujo en forma irresponsable ante la pandemia y no fue capaz de garantizar el ejercicio efectivo del derecho a la salud de las y los mexicanos y cuando su gestión se caracterizó por la prepotencia ante los padres de niñas y niños con cáncer, cuyos más que justificados reclamos calificó de golpistas, y por actuar con desdén ante las justas demandas de las y los médicos que pedían mejores condiciones para hacer frente a la pandemia o ante sus pares quienes desde la práctica privada de la medicina exigían, con razón, acceso a las vacunas contra la COVID-19.
Como lo señalan los integrantes del colectivo Diálogo, Ciencia y Cultura: “La pretensión de López-Gatell no es sino un agregado a su oscura carrera como funcionario y al papel de una desastrosa política en materia de salud pública”.
Concluyo con lo que señala la periodista Anabel Hernández en la entrevista que le realizó Alejandro Santos Cid para el periódico El País, y que publicó el diario español el pasado 24 de septiembre: “Poner a Harfuch como candidato podría significar el fin de los sueños de la propia (Claudia) Sheinbaum para ser presidenta de la República porque sobre él hay mucho que decir, y hay otras autoridades fuera del país que lo han estado investigando”.
Sin embargo, todo parece indicar que Claudia Sheinbaum se empeñará en imponer a su alfil para que, independientemente de que sea o no la próxima presidenta de México, se consolide su minimato en la Ciudad de México, iniciado con la designación de Martí Batres para sustituirla en el cargo, y se dé paso a su maximato en la capital de la República con Omar Hamid García Harfuch al frente de la administración de la Ciudad de México.
* Anabel Hernández García es una reconocida periodista de investigación. Es autora de una decena de libros. Ha sido galardonada con el Premio Nacional de Periodismo y con diversos reconocimientos a nivel internacional. La cita está tomada de la entrevista para El País referida al final de este artículo.
** Diálogo, Ciencia y Cultura es un espacio académico formado por científicos, destacadas personalidades de la cultura e intelectuales. El comunicado sobre las aspiraciones de López-Gatell a la candidatura de Morena a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en el que aparecen los textos citados, fechado el 25 de septiembre de 2023, está firmado por los reconocidos científicos, académicos e intelectuales: Antonio Lazcano Araujo, Eduardo Matos Moctezuma, Graciela de la Torre, Bolfy Cottom, Nicolás Echevarría y Sergio Raúl Arroyo.