Las preocupaciones de la esposa de “El Chapo”
Le preocupan las críticas que está recibiendo por su actitud en una cuenta de Instagram que está a su nombre, pero no es de ella.

Por: Anabel Hernández
Especial para AristeguiNoticias
El domingo del 23 de septiembre pasado a la una de la mañana -hora de la Ciudad de México- un mensaje de un familiar de Guzmán Loera me despertó. Era de un teléfono desconocido. “Hace más de un año te di una entrevista en un restaurante de Sinaloa, ¿Sabes quién soy?.
Sí, si lo sabía. Era Emma Coronel, la esposa de Joaquín Guzmán Loera jefe del Cartel de Sinaloa acusado por el gobierno de Estados Unidos de ser el narcotraficante más poderoso de todos los tiempos y de ser responsables de miles de muertes por su guerra contra los carteles rivales.
¿Por qué me llamaba Coronel a esa hora de la madrugada?, ¿Qué le quitaba el sueño a la esposa de El Chapo?.
En febrero de 2016, semanas después de que “El Chapo” fue recapturado en un operativo de la Marina, le hice a Emma Coronel la primera entrevista. Hasta ese momento la pareja sentimental de Guzmán Loera, ex reina de belleza de un pequeño poblado en Durango, ahora de 29 años de edad, jamás había hablado con la prensa y ni siquiera había fotografías recientes de ella, más que cuando a los 17 años conoció a El Chapo, 32 años mayor que ella.
Coronel, ciudadana americana por nacimiento, habló de cómo había conocido a el capo, cómo era vivir con quien se supone había sido el narcotraficante más poderoso y perseguido. Y denunció que Guzmán Loera estaba siendo torturado en la cárcel de México, y acusó a las autoridades de tener la intención de asesinarlo.
“Muchas personas podrán juzgarme ¿por qué la esposa de este hombre tan peligroso -cosas que ellos suponen-, está diciendo estas cosas de él?… él para mí no es “El Chapo” Guzmán, él es Joaquín Guzmán mi esposo. Cualquier hombre que hubiera sido lo hubiera defendido igual, es el papá de mis hijas”, dijo Coronel en defensa propia.
Sobre las actividades ilícitas de su esposo, ella dijo que no tenía conocimiento. Pero cuestionada sobre el video trasmitido por la revista Rolling Stone en enero de 2016, junto con un artículo firmado por el actor americano Sean Penn, donde su esposo confesaba ser un narcotraficante, Coronel señaló: “Pienso que él quiso que el mundo viera lo que en realidad él era y lo que había hecho, en lo que se había convertido, a base de qué circunstancias. Como que él quiso platicar su vida”.
La entrevista con Coronel fue transmitida en la cadena de televisión americana Telemundo y NBC ; y retomada por cientos de periódicos y televisoras de todas partes. A partir de ese momento su rostro perfectamente maquillado enmarcado por ojos marrón y redondos, su cabellera larga oscura y rizada, y su cuerpo voluptuoso aun visible a través de su vestimenta formal, le dio la vuelta al mundo.
Luego de su primera entrevista la vida de Coronel se transformó. La gente comenzó a seguirla en México y Estados Unidos, a donde comenzó a acudir para buscar la protección de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para su marido. No la buscaban para ofenderla ni recriminarle las muertes causadas por El Chapo, sino para pedirle su autógrafo o tomarse fotos con ella. En YouTube se daban lecciones de como copiar su maquillaje, su peinado y hasta su vestimenta; y la prensa y cámaras la seguían cada vez que visitaba a su esposo en la cárcel en México, y luego en la Corte Federal de Brooklyn, a donde acude a las audiencias del proceso de Guzmán Loera.
La presencia de Emma Coronel y las hijas gemelas que procreó con “El Chapo” se convirtieron en un ingrediente más en show del juicio contra el capo. Muchos medios de comunicación parecen más ocupados del intercambio de miradas y sonrisas entre “El Chapo” y su esposa, que de los crímenes que le atribuyen. Incluso el juez Brian Cogan ha quedado atrapado en la extraña dinámica al grado de que en una audiencia pública llamó la atención a El Chapo por que miraba a su esposa y no prestaba atención a su audiencia. “Señor Guzmán!” le recriminó el juez en tono alto y severo.
Pero la ausencia de Coronel también es noticia. The New York Post dedicó a eso un artículo el 10 de octubre pasado cuando por primera vez ella no estuvo presente en una audiencia.
“La siempre presente esposa de “El Chapo” estuvo notablemente ausente de su audiencia en la corte el miércoles, lo que dejó a su solitario esposo en una sala llena de abogados y periodistas”, señaló el diario.
Pero la fijación con su persona comenzó a preocupar a la esposa del ex líder del Cartel de Sinaloa.
“La cuenta de Instagram no es mía”
La madrugada del 23 de septiembre no era en particular el juicio de su esposo lo que le quitaba el sueño a Emma Coronel. “En cuanto al juicio todo bien, va excelente!”, señaló optimista. Lo que le preocupaba, y con su autorización se transcriben sus mensajes, eran las críticas que estaba recibiendo por su actitud en una cuenta de Instagram que está a su nombre.
A fines de septiembre The Washington Post publicó un artículo sobre la vida de derroche que ella exhibía en las redes sociales mientras su esposo públicamente se quejaba de su miserable vida en prisión. “…mientras el presunto capo está desesperado en la cárcel, su esposa organiza fiestas con el dinero ensangrentado”, escribió el prestigiado diario. También The New York Post publicó al respecto y los reportes estaban siendo retomado por diversos medios de comunicación en México y otros países.
En la cuenta de Instagram a nombre de “@Emmacoronela” con ahora 312 mil seguidores aparece la leyenda: “Solo esta página tengo las demás son falsas… muchos me conocen pero pocos saben quien soy”. En ella hay supuestas fotos de Coronel, sin que se vea su rostro, posando con un arma, o con una gorra con el letrero “701” que es el legendario puesto que la Revista Forbes le dio a El Chapo como uno de los más ricos del mundo. Y también hay fotos que claramente muestran su rostro, con sus hijas gemelas de apenas 7 años portando bolsos de Gucci.
Una de un bautizo donde aparece junto con Guzmán Loera, y otras de primer plano mostrándola a la moda y bien maquillada. Ahí está subido el video de la exuberante fiesta de cumpleaños de sus hijas con el tema de Barbie, donde Coronel aparece claramente como anfitriona, que provocó el artículo de NYT.
Coronel afirmó que en redes sociales hay muchas cuentas abiertas de sus “fans” porque según ella la gente la quiere, y dijo que tiene una cuenta auténtica que sólo utiliza entre sus amigos y familiares. Pero según dijo en la cuenta de Instagram la están suplantando. Aunque dijo que la cuenta es falsa y que no se hace responsable de los mensajes que se pongan ahí a su nombre, reconoció que había fotos que eran verdaderas que piensa algún intruso en su cuenta real le pudo haber robado.
“…no me agrada que se hagan pasar por mí, tiene miles de seguidores y cada foto que saca la retoman los periodistas, y no me gusta”. “No es por el juicio ni por Joaquín, es por mí”. “Ya se la presión por Joaquín y ni modo, mientras esté el juicio así será, creo, pero me gustaría que a mí me mantengan al margen”.
“…me expusieron como una insensible, que me doy la gran vida cuando las cosas no son así”, dijo. Al preguntarle si efectivamente había hecho esa fiesta de cumpleaños a sus hijas. “De lo de mis hijas prefiero no opinar nada, ni de lo demás, solo aclarar el tema de que no tengo redes sociales”.
La preocupación de Coronel adquiere otra dimensión ahora que el 28 de octubre pasado la propia Fiscalía de Nueva York, retomó algunos de los artículos publicados sobre la cuenta de Instagram.
“…la esposa del acusado, Emma Coronel, aparece habitualmente en las redes sociales haciendo alarde de sus recursos financieros masivos”, afirmó la Fiscalía, “como tal no hay duda de que el acusado y el Cartel tienen los recursos y voluntad de dañar a los testigos colaboradores y a sus familias , incluso después de que sean reubicados”

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