Jaguares Sin Protección | Monitores ambientales registran a jaguar en San Luis Potosí
El avistamiento visibiliza el esfuerzo constante, muchas veces ignorado, de comunidades y personas que contribuyen activamente a generar información sobre la biodiversidad.

Por María G. Zamudio y Victor H. Luja
Jaguares Sin Protección *
Recientemente fue captado un jaguar bebiendo tranquilamente en un abrevadero en San Luis Potosí. Este afortunado registro fue obtenido por Omar Ramos y Marco Antonio Pardo, dos de los monitores ambientales de Jaguares Sin Protección, quienes se integraron hace apenas unas semanas a una red de monitores comunitarios comprometidos con la conservación de la fauna en México a través de la divulgación.
La escena no solo reitera la presencia de jaguares en el estado —una presencia ampliamente reconocida—, sino que permite reflexionar sobre la importancia de integrar a la ciudadanía en la lucha por la preservación de nuestro territorio. También visibiliza el esfuerzo constante, muchas veces ignorado, de comunidades y personas que contribuyen activamente a generar información sobre la biodiversidad, su estado de conservación y los paisajes que aún sostienen vida silvestre.
Este registro forma parte del trabajo realizado por una red creciente de monitores ambientales en regiones como San Luis Potosí, Nayarit, Tamaulipas, Guanajuato, Jalisco y Oaxaca. Estas personas colaboran con la asociación civil Jaguares Sin Protección en un programa de ciencia ciudadana que busca fortalecer las capacidades locales para observar, registrar y proteger a las especies con las que comparten territorio. Pero, sobre todo, busca revalorizar el trabajo social y ambiental que realizan desde sus contextos locales.
Una red que crece desde el territorio
La red de monitores comunitarios de Jaguares Sin Protección nació en Nayarit, con actores locales comprometidos con la conservación, como Beto Ponce, Javier Ramírez, Alejandro Covarrubias y Jorge Soto. Con el tiempo, esta red ha crecido tanto en número de integrantes como en extensión territorial y se sostiene y fortalece gracias al compromiso de estas personas que deciden dedicar tiempo y cuidado a observar su entorno, registrar lo que ven y compartir ese conocimiento con otras personas, dentro y fuera de sus comunidades.
“La verdad, nunca pensé hacer esto, ni me pasaba por la mente. Yo antes era de salir a senderear, al monte, a tomar fotos y aumentar el porcentaje de poder ver un gran felino… hasta que un día le dije a mi real: ‘¿Oye, y si con el aguinaldo nos compramos unas cámaras?’ Y como ese me sigue la corriente en todo, empezamos…”, aseguró Ramos.
Como Omar, la mayoría de quienes integran el equipo de monitores comenzaron con poco conocimiento técnico y mucha incertidumbre. Pero poco a poco fueron ganando confianza, herramientas, identidad y amor por los resultados. Cada uno de ellos desea mostrar al mundo la riqueza que aún se conserva en su territorio y, al mismo tiempo, les preocupa ser testigos directos de su pérdida, cada vez más acelerada.
Ciencia ciudadana para conservar, divulgar y amar
¿Qué buscamos con este programa? Construir estrategias de conservación desde una lógica horizontal, reduciendo la brecha de conocimiento y reconociendo que quienes habitan un territorio son quienes mejor lo conocen. Esta red de monitores no solo documenta la presencia de especies, sino que también se convierte en una plataforma para compartir aprendizajes, estrategias y experiencias entre comunidades diversas.
Desde 2018, la asociación Jaguares Sin Protección ha trabajado en fortalecer esta red, articulando esfuerzos de conservación que nacen desde la base, donde la ciencia y la vida cotidiana se cruzan en un compromiso colectivo de divulgación, cuidado y defensa del territorio.
Si quieres conocer más sobre este programa y las historias detrás de los registros, puedes seguir el trabajo de Jaguares Sin Protección en sus plataformas digitales. Cada imagen como la de este jaguar representa no solo a una especie que sobrevive, sino a una comunidad que se organiza para protegerla.
*Jaguares sin Protección es una asociación civil dedicada a la conservación del jaguar y su ecosistema en Nayarit, integrando monitoreo, educación ambiental e intervención comunitaria. Su trabajo promueve la coexistencia entre la vida silvestre y las comunidades locales, impulsando alternativas económicas sustentables y mitigando conflictos humano-fauna desde el enfoque de justicia socioambiental.

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