En defensa de la libertad de prensa | Artículo de Miguel Carbonell
Compartimos el artículo del doctor Miguel Carbonell, director del Centro de Estudios Jurídicos Carbonell AC.

Frente a los ataques que se están produciendo en México en los tiempos recientes, hay que recordar una y otra vez algo indispensable: la libertad de prensa es un pilar fundamental de las sociedades democráticas, esencial para defender la transparencia, la rendición de cuentas y la ciudadanía informada.
En un sistema democrático, una prensa independiente actúa como un organismo de control crucial, responsabilizando a quienes están en el poder y exponiendo cualquier posible abuso o corrupción. Al proporcionar información oportuna y precisa, la prensa desempeña un papel fundamental a la hora de mantener al público informado sobre cuestiones y acontecimientos clave que afectan sus vidas.
Además, una prensa independiente fomenta la transparencia al garantizar que las acciones del gobierno sean examinadas y abiertas al escrutinio público. A través del periodismo de investigación y la difusión de informes fácticos, la prensa ayuda a crear un entorno donde las personas pueden tomar decisiones informadas y participar significativamente en los procesos democráticos. Este compromiso activo con la información es fundamental para fomentar una ciudadanía bien informada que pueda participar activamente en la gobernanza democrática.
Te puede interesar > Coneval: retos para repensar lo social y su medición | Artículo
En las sociedades democráticas, la prensa sirve de puente entre el gobierno y el público, facilitando el flujo de información y sirviendo de plataforma para diversas voces y perspectivas. El papel de la prensa como foro para el debate y la discusión públicos es vital para promover el diálogo, comprender diferentes puntos de vista y, en última instancia, mejorar la calidad de los procesos de toma de decisiones dentro del marco democrático.
A través de sus contribuciones a la promoción de la transparencia, la rendición de cuentas y la ciudadanía informada, la prensa desempeña un papel fundamental en la salvaguardia de los valores y principios democráticos que sustentan nuestra sociedad. A medida que atravesamos los desafíos de la era digital y los crecientes intentos de controlar la información, defender la libertad de prensa se vuelve primordial para preservar la democracia y el estado de derecho. En estos tiempos tan turbios que nos ha tocado vivir este recordatorio es más relevante que nunca.
La libertad de prensa no es un regalo que nos han hecho desde el poder, sino que es un derecho humano fundamental que está consagrado en varios tratados internacionales y leyes nacionales para salvaguardar la libertad de expresión. Uno de los documentos fundamentales que protegen la libertad de prensa a escala mundial es la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948. El artículo 19 de la Declaración establece que toda persona tiene derecho a la libertad de opinión y expresión, incluida la libertad de buscar, recibir y difundir información e ideas a través de cualquier medio sin importar fronteras.
A lo largo de los años, los marcos legales que rodean la libertad de prensa han evolucionado para seguir el ritmo del panorama cambiante de los medios y la comunicación. Los acuerdos internacionales como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos o la Convención Americana sobre Derechos Humanos han reforzado aún más la protección de la libertad de expresión, incluida la de prensa. Muchos países también han promulgado leyes nacionales para salvaguardar la libertad de prensa, reconociendo su papel crucial en la promoción de la transparencia, la rendición de cuentas y la democracia. En México habíamos avanzado significativamente para tener un marco jurídico adecuado a la protección de la libertad de prensa, pero estamos dando pasos hacia atrás muy preocupantes.
Recordemos que históricamente, estos marcos legales han jugado un papel vital en la protección de la libertad de prensa contra la censura, las restricciones y la persecución. Han proporcionado a los periodistas los mecanismos legales necesarios para defender su derecho a informar sobre asuntos de interés público sin temor a represalias. Si bien persisten los desafíos, incluidos obstáculos legislativos y regulatorios, el impacto de la era digital y las amenazas al control de la información, las protecciones legales vigentes deben de continúar sirviendo como salvaguardias esenciales para la libertad de prensa.
La libertad de expresión gráfica o impresa es una conquista esencial de cualquier régimen democrático, de modo que puede decirse que sin ella no puede haber democracia. Ya en la Declaración francesa de 1789 se establecía que “La libre comunicación de los pensamientos y las opiniones es uno de los derechos más preciosos del hombre; todo hombre puede hablar, escribir o imprimir libremente, pero debe responder del abuso de esta libertad en los casos determinados por la ley” (artículo 11).
Años más tarde Alexis de Tocqueville escribía en su famoso libro La democracia en América que “Mientras más observo la independencia de la prensa en sus principales efectos, más llego a convencerme de que, en la época actual, la independencia de la prensa es el elemento capital, y por decirlo así constitutivo de la libertad. Un pueblo que quiere permanecer libre tiene, pues, el derecho de exigir que a toda costa se la respete”.
Los profesionales del derecho desempeñan un papel crucial en la defensa de la libertad de prensa a través de diversas vías, como los litigios, la promoción y la educación pública. Al participar activamente en estas actividades, los abogados podemos contribuir significativamente a la protección de periodistas y organizaciones de medios, la preservación de la libertad de expresión y el avance de leyes que defienden la libertad de prensa:
1. Litigio: los profesionales del derecho podemos representar a periodistas y medios de comunicación ante los tribunales para defender sus derechos, impugnar restricciones inconstitucionales a la libertad de prensa y buscar remedios legales por violaciones.
2. Defensa: los abogados tenemos la posibilidad de proponer políticas y regulaciones que apoyen la libertad de prensa, participar en esfuerzos de cabildeo para influir en la legislación y crear conciencia sobre la importancia de una prensa libre en una sociedad democrática.
3. Educación pública: los profesionales del derecho tenemos la responsabilidad de educar a periodistas, profesionales de los medios y al público en general sobre sus derechos y obligaciones según la ley, empoderarlos para afrontar desafíos legales y promover la transparencia y la rendición de cuentas en las prácticas de los medios.
*Miguel Carbonell.

Contenido relacionado
