“No comparto la idea de que ya no se pueden decir ciertas cosas, se puede hablar de todo siempre que sea con inteligencia”: Sergio Arau

Por Héctor González

“La Netafísica es el espacio poético entre la Neta y la Física”, escribe Sergio Arau (Ciudad de México, 1951) en las primeras páginas de un volumen que, en su primera adición, publicada a principios de los ochenta, no tuvo la suerte que merecía.

“El libro va de lo abstracto a lo concreto, y, conforme avanza en este viaje, Arau agudiza su ingenio, funde la profundidad y el compromiso”, escribió en el prólogo José Agustín.

Hoy la obra que reúne casi todos los dibujos realizados por el también cineasta y fundador del grupo de rock Botellita de Jerez, toma un segundo aire gracias al sello Sexto Piso y para sorpresa de muchos confirma su vigencia y profundidad.

¿Por qué decidiste reeditar a La Netafísica?

Bef, Jis y Trino me habían propuesto reeditarla y me acercaron con Sexto Piso. La versión anterior fue bastante accidentada, editorial Planeta la publicó en un tamaño muy grande y acabo en los botaderos de Comercial Mexicana, además tenía detalles y un orden que no me gustaba. Aprendí la lección y ahora metí mi cuchara de modo que me gustó más.

¿Retocaste mucho el libro o las caricaturas?

No, más bien puse atención en la secuencia. Cada dibujo tiene su página y el orden está cuidado en función de los temas, además está a buen precio.

¿Eliminaste alguna caricatura para esta edición?

No, dejé todas a propósito. Todas las que incluí fueron publicadas en la tercera época de La garrapata, de la cual era codirector junto con Helioflores, Efrén y Karam. Ahí tenía mi sección La Netafísica y hacía las Histerietas, todos los dibujos que incluí los sigo avalando, incluso me sorprende mucho la vigencia de algunos.

Quizá cuando lo publicaste por primera vez no había un circuito de literatura gráfica como el que hay ahora, ¿no?

Tienes razón, ha cambiado mucho la visión de lo que es la caricatura y los dibujos. Supongo que internet tiene mucho que ver. Cuando empecé a hacer caricatura me entusiasmaban los comics underground de los hippies en San Francisco, Checoslovaquia o Bulgaria. Cuando tenía 18 años tuve la suerte de ser achichincle de Rogelio Naranjo, su dibujo era impresionante y hacía varias caricaturas al día, yo era quien le compraba las tintas y el papel; como sabía que me gustaba dibujar cuando no le salía una viñeta me la daba para entintarla. Fue muy generoso conmigo y gracias a él conocí un tipo de caricatura que podía hablar de las cosas más serias o trágicas. Siempre ha habido una discusión sobre si en verdad un cartón puede cambiar la historia o una injusticia, por supuesto uno no cambiará nada, pero un cúmulo de pensamientos sí pesa, un ejemplo de esto fue cuando junto con Yareli Arizmendi hicimos Un día sin mexicanos, ahí usamos el humor y la caricatura para hablar de un fenómeno como la migración.

En México la gran tradición de la caricatura está ligada al cartón político y tu trabajo como dibujante no necesariamente encaja ahí.

Nunca decidí no hacer caricatura política, simplemente me jalan aspectos más humanos, profundos o sentimentales. No obstante, sí manejo temas políticos por ejemplo tengo uno que muestra a un Cristo apuñalado con un crucifijo y otro donde muestro a una mujer crucificada en el símbolo femenino. Me gusta provocar sensaciones con mis imágenes y hablar de injusticias.

Tienes razón, corrijo no es coyuntural.

Exacto, no hablo de lo que pasó ayer en el Congreso, pero sí de grandes problemáticas.

¿Cómo dialoga tu faceta de caricaturista con tu trabajo en la música, donde tus últimos discos sí han sido muy coyunturales en materia política?

Si tienes claro que decir es más fácil. Llevo muchos trabajando con el humor desde la música, la plástica o el dibujo, entonces los temas ya los traigo. En mi último proyecto Tocada y fuga, hicimos adaptaciones de piezas de música clásica y en mi versión de “Carmen” hablo de los derechos de la mujer.

¿El humor cambia con el tiempo?

Sí, tiene que ver con la percepción. Ahora la gente tiene más información, hoy te puedes enterar de todo y eso influye. No comparto la idea de que hoy ya no se pueden decir ciertas cosas, creo que todo es susceptible de ser tratado siempre que sea con inteligencia.

¿Hasta donde te tomas en serio la corrección política?

Hay que tener cuidado de no insultar, pero eso no quita que podamos tocar cualquier tema. No me considero racista ni clasista y a veces sí me burlo quienes lo son, creo que uno tiene el derecho de burlarse de quienes abusan de los demás.

¿Te ves haciendo un La Netafísica dos?

Sí, solo que me tardaré un poco porque ahora dibujo menos. Ahora estamos viendo si hacemos una serie de Un día sin mexicanos, es muy difícil conseguir los recursos y distribuir las producciones.

¿Cómo va el documental de Rockotitlán?

Va lento, ese es otro de los proyectos que tenemos atorados, pero va avanzando.