Mancera llama a debate nacional y propone salario mínimo de $82.86; meta, $171
Ese incremento “es factible, se están formulando los cómos, las propuestas precisas y las rutas posibles”, asegura; incidiría 0.9% en la inflación, asegura Gerardo Esquivel.
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, llamó este jueves a un debate nacional sobre el salario mínimo y propuso aumentarlo de 67.29 a 82.86 pesos.
Por su parte,el investigador del Centro de Estudios Económicos de El Colegio de México, Gerardo Esquivel, aseguró que incrementar el minisalario a 82.86 pesos aumentaría 0.9 por ciento la inflación, e inclusive, podría ser menor al 0.3 por ciento.
“Un aumento del salario mínimo de hasta el 20 por ciento podría tener un impacto de las magnitudes ya señaladas, teniendo como máximo, posiblemente, el escenario más complicado, un 0.9 por ciento, pero inclusive podría ser menor, es decir, no sería un tema de preocupación el tema de la inflación, el aumento del nivel de precios”, dijo.
Por su parte, Mancera expresó que durante estos meses de diálogo – siempre se ha partido de la base de que el salario mínimo sirva para atender las necesidades básicas del trabajador, lo que significa garantizar su necesidad de alimentación y de un miembro de la familia. “Lo hemos dicho y lo volvemos a repetir, conforme a los estudios especializados de Coneval, esto significa 82 pesos con 86 centavos, para asegurar la línea de bienestar mínima”.
Al presentar el documento “Política de Recuperación del Salario Mínimo en México y el Distrito Federal“, elaborado por expertos, Mancera expresó:
“Proponemos una meta final del sexenio, para llegar a ella de manera gradual y a mediano plazo, alcancemos 171 pesos, 171 pesos porque también es la cifra que nos muestra Coneval y que ha formulado para que el trabajador supere la línea de bienestar que resulta de la canasta alimentaria y no alimentaria a que aspiramos y a que se tiene derecho por todas y por todos los mexicanos.
“Lo más importante de este documento es que estamos demostrando ante la opinión pública que sí se puede; estamos dejando claro que sí hay un camino, que sí hay una ruta; estamos demostrando técnicamente, con la opinión de los expertos, que esto es factible. Se están formulando los cómos, las propuestas precisas y las rutas posibles”.
Diez acciones
Miguel Ángel Mancera planteó 10 acciones sugeridas por expertos, cinco en el ámbito federal y cinco en la Ciudad de México.
En las federales se encuentran buscar un acuerdo nacional para incrementar en 2015 el salario a 82.86 pesos y desvincular el salario mínimo como referencia de precios mediante la emisión de una Ley General de la Unidad de Cuenta del Estado Mexicano.
Además, se propone la desvinculación del salario mínimo como referencia de otros precios y variables ajenas al mercado laboral e integrar una Comisión Interinstitucional que garantice y dé seguimiento a los efectos que pudiera tener el incremento.
También se propone modificar el calendario de determinación del salario y fortalecer la autonomía, institucionalidad, representatividad y capacidad técnica del organismo encargado de emitir los decretos anuales que determinan el mínimo.
Para el ámbito local, propuso que la Asamblea Legislativa desvincule el salario de todas las leyes locales y que el GDF emprenda un programa de mejoramiento de salarios con los trabajadores que menos ganan, los que perciben honorarios o los que mantienen una relación laboral diferenciada.
Otras medida serían establecer contratos con empresas que pagan un salario de 82.86 pesos a sus trabajadores de más baja calificación, que se den excepciones fiscales del Impuesto sobre la Nómina a las mipymes durante su primer año y que se revisen las condiciones de trabajo en establecimientos y empresas de la Capital.
Esto, apuntó, equivale a un 23 por ciento de aumento y, con ello, los trabajadores que perciben como mínimo 67.29 pesos diarios pasarían de ser pobres extremos a sólo pobres.
“La meta del sexenio es alcanzar el doble de la línea de bienestar, que es la línea que separa a los pobres de los no pobres. El objetivo es llegar al punto en que un trabajador no sea pobre, ya ni siquiera que no sea pobre extremo, sino que ni siquiera sea pobre, eso equivale a 171 pesos con 3 centavos, esa es la propuesta nacional”, subrayó Esquivel.
(Con información del GDF y Reforma)
Video: Quadratín México
Palabras Jefe de Gobierno durante la Reunión de Trabajo “Salarios Mínimos”
28 agosto, 2014
Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes, quiero saludar la presencia de todos y cada uno de los colaboradores de este importante grupo de análisis económico, grupo de trabajo que forma parte del Consejo Económico de la Ciudad de México y que ha estado dedicado, en buena parte de su tiempo, a la preparación de lo que hoy se ha dado a conocer como una política de recuperación del salario mínimo, una propuesta que está realizando directamente la Ciudad de México.
El día de hoy venimos a culminar la primera etapa de una iniciativa que abrimos el 1° de mayo de este mismo año, en este momento lanzamos una convocatoria abierta, transparente, para desplegar un debate nacional sobre uno de los temas más importantes, de los grandes problemas económicos como lo es el salario y con mayor exactitud el salario mínimo.
Aquel 1° de mayo propuse una discusión respetuosa, atenta, bien informada y de todo lo amplio que pudiera ser posible, al mismo tiempo le solicité al Gabinete Económico de la Ciudad de México que desarrollara una investigación, que constituyera un grupo de expertos del más alto nivel para construir una propuesta seria, responsable, firme y factible como la que hoy estamos presentando.
Quiero agradecer de modo muy enfático a los investigadores y estudiosos que aceptaron de tan buena gana trabajar con nosotros en la construcción de esta propuesta, mi gratitud para la doctora Graciela Bensusán, para el doctor Juan Carlos Moreno, para el doctor Ariel Rodríguez, para el doctor Antonio Azuela de la Cueva, para el doctor Enrique Provencio, para el doctor Jaime Ros Bosch y para el doctor Gerardo Esquivel.
En nombre de la Ciudad de México quiero agradecerles este importante trabajo, donde han invertido tiempo, esfuerzo y sus conocimientos, para tener hoy un planteamiento sólido, un planteamiento coherente. Estamos convencidos que este trabajo, desinteresado -como ya se dijo aquí- va y apunta directamente a la recuperación del salario mínimo.
Este es un tema vital, es un tema que está en el corazón de todos los problemas sociales y económicos del país. Creo que ustedes han dado un ejemplo de claridad, de compromiso, de rigor intelectual, han elaborado de manera pública, han construido con el público una solución de uno de los más grandes problemas públicos.
También por eso merece la pena mi reconocimiento, porque es una ocasión absolutamente relevante para destacar este debate de política económica, a través de la absoluta transparencia y la conducción con todos los actores que han participado.
He estado muy atento al seguimiento de su trabajo, a sus propuestas, he podido dialogar con los medios de comunicación, he podido platicar con los expertos acerca de sus reflexiones, de cómo se fueron construyendo. Ustedes me han ayudado a mirar de otra manera el problema del salario mínimo y a construir juntos diversas vías y planteamientos de solución.
He aprendido que los salarios mínimos juegan un papel muy importante en la dinámica económica en el padrón de distribución del ingreso de la gente. He aprendido que en México el salario mínimo se convirtió en una variable económica olvidada, en sus méritos –digamos- subutilizada y solamente empleada como una variable dependiente y una unidad de cuenta.
Aprendí también que en todo el mundo civilizado y en toda América Latina ya se han hecho esfuerzos muy importantes por décadas para recuperar el poder adquisitivo de los salarios mínimos. Estoy convencido de que ya no podemos seguir así, ya no podemos seguir siendo un caso extraño, un caso atípico en el mundo.
Finalmente, quiero decir que he aprendido también y estoy convencido, que podemos construir una trayectoria hacia la recuperación del salario mínimo si hacemos el planteamiento como se ha venido desarrollando, de manera coherente con iniciativas públicas, técnicas y jurídicas.
Este planteamiento que ustedes presentan a todas luces me parece razonable, factible, es un aumento significativo y prudente al mismo tiempo, colocado en una ruta de recuperación en un mediano plazo.
Durante estos meses de diálogo siempre hemos partido de la base de que el salario mínimo sirva para atender las necesidades básicas del trabajador, lo que significa garantizar su necesidad de alimentación y de un miembro de la familia.
Lo hemos dicho y lo volvemos a repetir, conforme a los estudios especializados de Coneval, esto significa 82 pesos con 86 centavos, para asegurar la línea de bienestar mínima.
Proponemos una meta final del sexenio, para llegar a ella de manera gradual y a mediano plazo, alcancemos 171 pesos, 171 pesos porque también es la cifra que nos muestra Coneval y que ha formulado para que el trabajador supere la línea de bienestar que resulta de la canasta alimentaria y no alimentaria a que aspiramos y a que se tiene derecho por todas y por todos los mexicanos.
Lo más importante de este documento es que estamos demostrando ante la opinión pública que sí se puede; estamos dejando claro que sí hay un camino, que sí hay una ruta; estamos demostrando técnicamente, con la opinión de los expertos, que esto es factible. Se están formulando los cómos, las propuestas precisas y las rutas posibles.
Este documento está llamado a superar las críticas iniciales. Estoy seguro que será ampliamente reseñado, comentado y discutido. Queremos fomentar con él una deliberación pública, queremos -sobre todo- un nivel de conocimiento que antes no se tenía en México sobre esta problemática, sus implicaciones, su naturaleza y la posibilidad de su solución.
Hoy quiero convocar a las universidades del país, a los Centros de Investigación, a los organismos sindicales, a las organizaciones empresariales, al periodismo en general, al periodismo económico, a las instituciones encargadas de la política laboral y económica de la Ciudad de México y del país, a confrontar estas ideas, a confrontarlas con las evidencias, con las tesis que estamos aquí planteando.
Al presentar este documento no estamos dando por cerrado el debate, por el contrario, estamos proponiendo que la discusión se dé en otro nivel, con más información actualizada, que superemos objeciones iniciales y que busquemos eso precisamente que dije antes “ver que sí se puede”, que se demuestra que sí se puede hacer.
Esa es la enorme importancia que hoy tiene la presentación de este documento elaborado por el grupo de expertos en la Ciudad de México, una política de recuperación del salario mínimo.
A partir de ahora, me corresponde difundir y defender las propuestas y los planteamientos de ustedes. Estoy seguro que habré de llevarlo a distintos foros, voy a presentarlo a la Secretaría del Trabajo del Gobierno federal, acudiré a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público del país, a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, al Banco Central, a la Asamblea Legislativa, por supuesto, al Congreso de la Unión. Desde luego dialogaremos también ampliamente con los colegas gobernadores en la reunión de estilo de la Comisión Nacional. Creo que podemos construir una solución.
Ahí están los planteamientos, ahí está el documento, ahí están demostradas, demostrados, muchos de los planteamientos, muchas de las objeciones iniciales.
Vamos más allá, se requiere voluntad política, se requiere toma de conciencia; podemos construir una solución entre todos. No hablemos de paternidades, hablemos de soluciones, mejorar el ingreso de la gente es una tarea impostergable, sobre todo ahí, a quienes menos ganan. Ese es el punto, ese el objetivo, esa es la meta.
Esto merece el empeño de todos y de todas; de todas las instituciones públicas, de todas las personas, de todas las instituciones privadas, de todos los partidos, de todos los Gobiernos locales, del Gobierno federal.
Queremos -estoy seguro- todos y todas, la recuperación del salario mínimo. Debe ser un tema de concordia, de consensos, de grandes acuerdos pronto. Está claro que todos tenemos que aportar algo a este esfuerzo para una meta común de dignificar al trabajador mexicano, construyamos este debate técnico, político, pero también un debate ético. Muchísimas gracias por su atención, muchas gracias a todos y nos vemos pronto.
Discurso Gerardo Esquivel Hernández durante la Reunión de Trabajo “Salarios Mínimos”
Buenas tardes, con la venia, señor Jefe de Gobierno, distinguidos miembros del Gabinete Económico del Gobierno del Distrito Federal, don Porfirio Muñoz Ledo y estimados colegas del así llamado grupo de expertos y miembros de la prensa, gracias por estar aquí.
Voy a hacer la presentación sintética del documento que se elaboró como resultado de las discusiones y de los insumos que se fueron aportando a la discusión que básicamente incluye una reseña de los resultados encontrados, este es el contenido del documento, no sé si todos los pueden ver, pero es el contenido del documento que se les dará a conocer, son 10 secciones que incluye desde una sección de antecedentes, una sección del problema, el caso atípico y excéntrico de México, la teoría, el divorcio que existe entre el salario mínimo y la productividad, el cambio que es necesario en las instituciones del salario mínimo ¿Cuál es el efecto del salario mínimo que puede tener en los precios y en el nivel del empleo?, se van a resumir resultados de dos estudios.
Las respuestas a las preguntas y objeciones más frecuentes, escenarios y trayectorias para la recuperación del salario mínimo en México y una síntesis y las propuestas. Esto está en el documento, yo voy a hacer una presentación mucho más breve de las ideas centrales que están plasmadas en el documento.
Primero, el salario mínimo está lejos del nivel que mandata la Constitución, está incluso por debajo de la línea de bienestar mínimo para una familia, es decir, un individuo que gana un salario mínimo y que tiene que sostener a su familia, estaría considerado entre los niveles de pobreza extrema de acuerdo a la definición del Coneval.
Dos, el salario mínimo en México es el más bajo de la OCDE y de América Latina como ya se mencionaba, para ver esto, en esta gráfica se muestra los niveles de salario mínimo para los distintos países de América Latina, en dos puntos en el tiempo, 2002 y 2011.
Esta gráfica ilustra dos cosas: una, el bajo nivel de salario mínimo en México en este periodo, en todo el siglo XXI, pero también el hecho de que había otros países en América Latina con niveles de salario mínimo tan bajos como México, uno de ellos particularmente relevante para el estudio de caso es Uruguay, pueden ver que Uruguay estaba ligeramente por debajo de México y a partir de entonces inició una política de recuperación y fortalecimiento del salario mínimo que lo llevó a aumentar su salario mínimo de niveles significativos, prácticamente triplicarlo a lo largo de la década.
Para el caso de los países de la OCDE, una comparación que proviene de un estudio que se hizo en Estados Unidos, la comparación –como pueden ver ahí- México está en la parte más baja de toda la distribución de países. Es el último país en esta comparación y da una idea del muy bajo nivel de remuneración que obtiene y la capacidad de compra que tiene un trabajador mexicano que obtiene el salario mínimo.
C) El salario mínimo en el mercado laboral es un factor de reproducción de la pobreza, es decir, alguien que gana el salario mínimo no solo está su familia en pobreza extrema como ya se describió antes, sino que además este trabajador en sí mismo no alcanza a superar el nivel de la línea de bienestar que establece el Coneval.
Este trabajador en sí mismo es pobre y en ese sentido lo que en Estados Unidos y en la literatura se conoce como working poor, gente que trabaja y que a pesar de eso se encuentra en condiciones de pobreza; consideramos que esto es inadmisible.
D) Es importante el tema del salario mínimo ¿En qué magnitud? Casi 7 millones de personas en el país y 370 mil en la Ciudad de México perciben un salario mínimo o menos. Esto representa 13 por ciento y 9 por ciento de la población ocupada respectivamente, es a este segmento de la población el que puede beneficiarse de una medida como la que se está discutiendo actualmente.
E) Hay una pérdida histórica del 75 por ciento del poder adquisitivo del salario mínimo en los últimos 35 años. Es decir, un trabajador que hoy día gana el salario mínimo en México solo puede comprar una cuarta parte de lo que podía comprar un trabajador que ganaba el salario mínimo en México en 1980. Eso nos da una idea de la tremenda pérdida de poder de compra que se ha traducido como resultado de la política salarial de los últimos años, política de salarios mínimos en los últimos años.
F) Los nuevos empleos generados, incluso a raíz después de la recuperación de la crisis de 2009, han sido de una calidad salarial menor o de una escala salarial menor que los empleos que fueron destruidos durante la crisis de 2009. Esto implica que los empleos que se han generado son más precarios que los que teníamos antes.
G) Hay un problema histórico y social, el bajo nivel del salario disminuye la participación de los trabajadores en el ingreso nacional, el porcentaje de los salarios que representaba el PIB hace algunos años llegó a ser hasta 40 por ciento, es decir 40 por ciento del Producto Nacional iba como remuneración a los trabajadores. En la actualidad esto es 28 por ciento únicamente.
H) México es uno de los países con un salario mínimo más bajo del mundo y este salario mínimo a su vez está subordinado a otros objetivos, como ya se ha dicho. Está subordinado por ejemplo a la consecución del objetivo inflacionario, entre otros, y a servir quizá de limitante para la fijación de otros salarios; y, por otra parte, también está sujeto por supuesto a una gran inercia administrativa.
I) México es un caso atípico y excéntrico en el sentido que ya se mencionaba antes, no solo es un país que tiene el salario mínimo más bajo de América Latina y el salario mínimo más bajo de la OCDE, de los países miembros de la OCDE, sino que es el único país de América Latina que no ha incrementado su salario mínimo en términos reales a lo largo de todo el siglo. No solo eso ha ocurrido en América Latina, países incluso desarrollados como Japón, Inglaterra, Estados Unidos y Alemania, han desplegado o están desplegando políticas sostenidas de recuperación de sus salarios mínimos en los últimos años como resultado de una preocupación por fortalecer sus propias economías y sus mercados internos ante el advenimiento de la crisis de 2008-2009.
J) La evidencia empírica más reciente nos muestra, y voy a señalar uno de los resultados más adelante, que es factible incrementar los salarios mínimos siempre y cuando sea esto de manera prudente y con un seguimiento apropiado, es decir, con un apropiado monitoreo de los impactos que está teniendo.
Esto puede ocurrir sin que provoque inflación, sin que genere desempleo y sin mermar la productividad. Eso es importante tenerlo presente porque eso está sustentado no solo en los estudios teóricos, sino también en la evidencia empírica de otros países.
Teorías modernas a nivel de micro y macro economía señalan que puede haber efectos positivos de un alza en los salarios mínimos, puede haber mayor lealtad a las empresas, lo que se llama salarios de eficiencia en la literatura económica; puede haber una mayor productividad del trabajador, motivado por un mayor salario y para no perder su empleo; y puede haber una mayor demanda en el mercado interno, entre otros elementos, todos esos factores es importante tenerlos presente porque hay esos elementos adicionales que van más allá de la teoría tradicional que de alguna manera se ha planteado como respuesta a esta preocupación, que podría generar desempleo en el corto plazo.
La respuesta es que hay todos estos incentivos positivos o resultados positivos que provienen de las teorías modernas.
L) La productividad en México, contrario a lo que mucha gente piensa y a lo que se difunde en algunos medios, ha avanzado modestamente, pero esto no se ha traducido o no se ha visto reflejado en los salarios en general, ni en el mínimo en particular.
Vamos a ver una gráfica que muestra precisamente lo que ha ocurrido de 2005 a 2012, donde se puede ver de qué manera si uno divide al sector en informalidad y formalidad, la productividad del sector informal por persona parece haber caído y la productividad en el sector formal ha crecido; cuando ajustamos por horas trabajadas encontramos que la productividad ha crecido en ambos sectores –la barra tercera y la barra cuarta de la gráfica-, se puede ver que en los dos casos del 2005 para acá ha crecido la productividad, cuando ajustamos –insisto- por el número de horas y por el contrario, el salario mínimo en términos reales, ha disminuido.
Es decir, hay una disociación entre salarios mínimos y productividad, en ese sentido contrario al que mucha gente piensa que ha ocurrido, los salarios mínimos han caído y la productividad ha subido, tan solo de 2005 a la fecha. Y si nos vamos más atrás de hecho posiblemente los resultados son –incluso- más contundentes.
M) La productividad laboral media de México en dólares, en términos constantes, ha sido y sigue siendo una de las más altas de América Latina. Eso es importante tenerlo presente porque eso cuando ponemos en comparación la remuneración en México con respecto a países de América Latina, debemos tener presente cuál es la productividad promedio de un trabajador mexicano.
N) México y Chile tienen el nivel más alto de productividad en América Latina, pero a pesar de eso, el salario mínimo que se percibe en México es más bien similar al que tienen países de muy baja productividad, en particular Bolivia y Nicaragua. Y eso se puede demostrar en esta gráfica, donde pueden ver exactamente dónde está México, si ven en el eje horizontal – y suben- ven que México y Chile son los países que están más a la extrema derecha en el gráfico, es decir, son los países más productivos de todos los países que están representados en la gráfica.
Sin embargo, cuando lo vemos en el eje vertical, vemos que México tiene un salario mínimo en términos de dólares muy debajo del de Chile, por ejemplo, y equiparable más bien al de países tan poco, con trabajadores mucho menos productivos, como lo son el caso de Bolivia y Nicaragua.
Entonces, somos tan productivos como los países más productivos de América Latina, pero la remuneración mínima en México es tan baja como la de los países menos productivos de América Latina.
Esa disociación nos parece muy importante de comprender y que explica por qué razón hay un gran margen para mejorar la capacidad de compra de los trabajadores de menores ingresos.
O) Hay modelos más sofisticados actualmente que los tradicionalmente utilizados que sugieren que existen las condiciones macroeconómicas para poder iniciar un proceso de recuperación del poder de compra del salario mínimo.
Y eso tiene que ver con las condiciones actuales en las que nos encontramos y que no estamos ni mucho menos en una situación de escalada de precios y salarios como en los 80, sino estamos en un entorno de estabilidad macroeconómica y en donde tenemos una institución encargada de mantener la estabilidad de precios como el Banco de México que ha hecho su trabajo relativamente bien en los últimos años y por eso no debería ser eso un motivo de preocupación.
P) Un aumento a 82 pesos con 86 centavos, que es el nivel del ingreso que necesitaría un trabajador para poder comprar dos veces la línea de bienestar mínimo –que como dije antes— es la que separa a los pobres extremos de los pobres.
Dos veces, lo que quiere decir que si ganara un trabajador este salario mínimo él y un miembro de su familia podrían estar justo en el nivel que separa a la pobreza de la pobreza extrema por lo menos.
Esto consideramos que es un punto de inflexión muy importante y un punto de referencia a tener presente.
Este aumento provocaría como máximo de acuerdo a un estudio que está descrito en el documento y que voy a mostrar una gráfica más adelante, como máximo un aumento en el nivel de precios de 0.9 por ciento. Esto es importante entender, que es menos de un punto porcentual como resultado de un aumento en el salario mínimo de más del 20 por ciento y que eso sería el máximo a esperar.
Y eso sale de un estudio empírico que hizo un investigador del Colegio de México, Raymundo Campos, y aquí se muestra, lo que se ve es cuánto en el eje horizontal, los aumentos en el nivel de ingreso para tres líneas que serían afectadas por el porcentaje de trabajadores beneficiados por este aumento y el impacto inflacionario máximo que tendrían.
Como se puede ver, son tres escenarios posibles y en ese rango se puede encontrar que un aumento de salario mínimo de hasta 20 por ciento podría tener un impacto de las magnitudes ya mencionadas y teniendo como máximo posiblemente, en el escenario más complicado, hasta un 0.9 por ciento, pero podría ser inclusive menor.
Es decir, no sería un tema de preocupación el tema de la inflación, en una sola ocasión. Un aumento en una sola ocasión, el aumento del nivel de precio.
Otro estudio empírico; hay un experimento natural como se le conoce en la literatura económica, que es el caso que vivió México el 27 de noviembre de 2012, al final de la administración del presidente Calderón hubo un cambio –si lo recuerdan, algunos de ustedes ya lo saben— hubo un cambio en las zonas geográficas salariales del país, se eliminó la zona de salario intermedio y se homologó el salario mínimo de esos trabajadores con los de la zona A, la zona de más altos niveles de ingreso.
Eso representó un aumento en el salario mínimo para un grupo de trabajadores, que no ocurrió para otros y que no ocurrió en otras zonas del país. Eso nos permite estudiar qué fue lo que pasó con ese aumento salarial que afectó más o menos al 10 por ciento de los trabajadores en México.
Esa es la gráfica que muestra lo que ocurrió; son los salarios en términos reales en los últimos años. Vean que la zona intermedia, la zona B a partir del primer trimestre de 2013 se empalma con la zona A como resultado de la eliminación de la zona B y de la homologación de los salarios.
Esto se tradujo, según este estudio, en varios resultados que se describen en el documento, pero los tres resultados más importantes son:
1. Se tradujo en un aumento en los salarios reales, es decir en la capacidad de compra de los trabajadores y en particular en la capacidad de compra de los trabajadores de menores ingresos. Es decir, este aumento en el salario mínimo, efectivamente mejoró la capacidad de compra y el nivel de bienestar de los trabajadores mexicanos.
2. Este aumento del salario mínimo no tuvo un efecto significativo en el desempleo, eso puede ayudar a entender que un aumento en el salario mínimo puede tener impactos en el desempleo, pero muchos menores a los que normalmente se anticipan. En este caso en particular, dado este aumento que hubo no tuvo ningún efecto en la generación de desempleo.
3. Redujo significativamente el tránsito de gente desempleada y gente empleada hacia la informalidad, contrario a una preocupación que existe en muchos medios y en muchas personas, el aumento en el salario mínimo no promueve la informalidad, sino más bien al contrario.
Como dice el punto “R”, el aumento significativo del salario en la economía formal, es un poderoso mensaje para abandonar la economía informal o para que los trabajadores que quieren buscar un empleo, prefieran hacerlo en la formalidad, antes que la informalidad.
S) De las experiencias brasileña y uruguaya aprendimos muchas cosas, una de ellas es la viabilidad de una política sostenida para la recuperación salarial, como ya se mencionó, Uruguay partió de un piso muy bajo, similar al que tiene México hoy en día y con muchos de sus precios y tarifas indexadas al salario mínimo. Uruguay reformó sus leyes y una de las primeras cosas que hizo fue desvincular precios y tarifas del salario mínimo, como aquí se está proponiendo.
T) Chile, Argentina, Paraguay, Colombia y Perú, entre otros países, como también ya se mencionó de alguna manera, han emprendido en los últimos años una política sostenida de recuperación del salario mínimo y de la capacidad de compra de los trabajadores de menores ingresos.
Con eso pasamos a las propuestas de política. Hay una serie de precondiciones generales de la política de recuperación, es decir, son las cosas que deben estar presentes previas o que deben ir acompañando el proceso de recuperación de la capacidad de compra de los trabajadores.
1. Se necesita, en primer lugar, rectificar la trayectoria del salario mínimo. Como ya se mencionó antes, el salario mínimo se deterioró en términos reales en los últimos 35 años y se mantuvo prácticamente estancado en lo que va de este siglo; eso requiere revertirse y hay que rectificar esa trayectoria y dirigirlo más bien hacia una recuperación. Eso requiere también desvincular el salario mínimo de otros precios y tarifas.
2. Debe quedar claro que esta es una política delimitada específicamente al universo de trabajadores asalariados de menores ingresos, es decir, no se está planteando un aumento salarial para todos los trabajadores, es un aumento salarial enfocado principalmente a los trabajadores de menores ingresos, porque eso nos parece que es lo que tendría los mejores impactos positivos para la economía.
3. El aumento debe ser gradual, por etapas. Y lo que planteamos es que deber haber un incremento inicial significativo y que tenga además una connotación muy particular, que lleve al ingreso, como ya decía antes, de un trabajador a la línea de bienestar mínimo para dos personas. Es decir, que un trabajador que tiene que sostener a un miembro de su familia, no se encuentre en una situación de pobreza extrema, como ocurre hasta la fecha.
4. Debe haber una política de seguimiento y monitoreo a los efectos del salario mínimo a lo largo del tiempo. Es decir, aunque se está proponiendo una política de recuperación no se puede soslayar la posibilidad de que efectivamente hubiera algunos costos y eso implica llevar a cabo un monitoreo para justamente garantizar que esta política sea viable y sostenible en el mediano y largo plazo.
Propuestas específicas de políticas que se dividen en dos grupos: nacionales y locales. A nivel nacional se plantea un acuerdo nacional que busca un incremento para 2015 que lleve al salario mínimo a 82 pesos con 86 centavos de acuerdo con lo que se tenía a precios de marzo de 2014, es decir, puede ser ligeramente mayor cuando llegue el momento de la discusión específica del aumento en el salario mínimo.
Eso permitiría adquirir la canasta alimentaria para dos personas, esto representa un aumento absoluto de 15 pesos 57 centavos, es decir, un aumento del 23 por ciento en términos porcentuales, la meta en el sexenio es alcanzar el doble de la línea de bienestar, que es la línea que separa a los pobres de los no pobres.
La primera línea es la línea de bienestar mínimo que separa pobreza extrema de pobreza, el objetivo es separar, llegar al punto en que un trabajador no sea pobre, ya no solo no sea pobre extremo, sino que ni siquiera sea pobre, eso equivale a 171 pesos con 3 centavos en pesos constantes de marzo del 2014 en función de la línea de bienestar que se defina.
Esa es la propuesta nacional de fijación para 2015 y de una trayectoria hacia adelante que lleve al salario mínimo hasta este punto de 171 pesos para que un trabajador, insisto, no sea pobre.
Segundo, se plantea desindexar al salario mínimo como referencia de otros precios mediante la emisión de lo que, se plantea aquí, sea una ley general de la unidad de cuenta del Estado mexicano, esa es una alternativa en la que todos los precios y salarios y unidades que se fijan hoy en día en términos de salario mínimo, pasen a establecerse en términos de esta unidad de cuenta, con algunas excepciones muy específicas sin duda, pero en general estarían vinculadas a esta otra unidad.
Tercero, se plantea fortalecer la autonomía, la institucionalidad, la representatividad, y la capacidad técnica de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, creemos también que éste es un paso indispensable en la búsqueda de un mejor mecanismo de determinación y fijación del salario mínimo a nivel nacional.
Cuarto, se plantea integrar una Comisión Interinstitucional que lleve a cabo el monitoreo y el seguimiento puntual de los objetivos de políticas y sus efectos como decía antes, eso es importante para garantizar la viabilidad en el mediano y largo plazo de esta medida.
Quinto, también se plantea la modificación del calendario de determinación del salario mínimo, y se plantea hacerlo una vez que hayan ocurrido las negociaciones contractuales de los demás salarios, la idea aquí es que el salario mínimo no sea la guía para el resto de los contratos sino más bien al revés, en todo caso.
A nivel del Distrito Federal se plantea lo siguiente, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal puede empezar de inmediato a desindexar en todas las leyes locales pertinentes y desvincularla del salario mínimo, eso creemos que es algo que se puede hacer cuanto antes.
Séptimo, se necesita emprender un amplio programa de mejora de condiciones laborales para los trabajadores del Distrito Federal con menores salarios, eso tiene diferentes implicaciones de distinta naturaleza, pero en general se resume en este mejoramiento de condiciones laborales, administrativas y de remuneración para este tipo de trabajadores.
Ocho, establecer una nueva política general de contratación de bienes y servicios, de tal manera que solo se contrate a empresas que paguen al menos, el equivalente al salario mínimo propuesto de 82 pesos con 86 centavos a sus trabajadores de menor calificación.
Es decir, que si una empresa no está cubriendo este nivel que se considera el deseable, que no sea elegible para ser contratada por el Gobierno del Distrito Federal.
Nueve, se plantea desplegar una política de excepción fiscal del Impuesto Sobre Nómina a las micro, pequeñas y medianas empresas durante el primer año, como apoyo a esta política de recuperación de los salarios mínimos, en el entendido de que este tipo de empresas en particular son a las que les podrían en principio ser más difícil realizar el ajuste, se plantea esta política que les ayude a enfrentar mejor esta situación.
Y por último se plantea, impulsar los mecanismos de vigilancia e inspección de las Condiciones Generales de Trabajo en los establecimientos y empresas a nivel local.
Estos son los 10 puntos que se están planteando como propuestas de política, cinco a nivel nacional y cinco a nivel local y que se desprenden del análisis antes mencionado. Muchas gracias.