¿Son la fosfina y el fósforo elementos clave para buscar vida en otros planetas?

Investigadores del South Research Institute de Texas han identificado fósforo estelar como marca probable para la búsqueda de vida en el cosmos.

septiembre 27, 2020 10:01 am Published by

Por  Julio García G. / Periodista de ciencia

La fosfina -el compuesto químico que ha sido hallado recientemente en la atmósfera de Venus y que ha causado revuelo a nivel mundial- aunque está ligado con el surgimiento de la vida en la Tierra, en nuestro planeta vecino faltan estudios más profundos para descartar que no se trate de procesos químicos más complejos aún desconocidos.

Aquí en la Tierra es un gas incoloro, inflamable y tóxico que tiene un olor a ajo o pescado podrido que se le relaciona directamente con la presencia de organismos muertos.

Antes de 1789, a la fosfina se le asociaba con el fósforo elemental, pero gracias a los trabajos del científico francés Antoine-Laurent de Lavoisier (1743-1794), comenzó a considerársele un compuesto independiente, porque en realidad se produce a partir de la combinación del fósforo con el hidrógeno (de ahí que se le llame también fosfuro de hidrógeno).

Tanto el fósforo como la fosfina son una parte fundamental del intrincado rompecabezas de la vida en la Tierra. También en otros lugares del Universo. Tan importante es su presencia que investigadores del South Research Institute de San Antonio, Texas, encabezados por la astrofísica Natalie Hinkel, han identificado fósforo estelar como marca probable para la búsqueda de vida en el cosmos. De hecho, Hinkel ha desarrollado técnicas para identificar estrellas que tienen la probabilidad de albergar exoplanetas o planetas más allá de nuestro sistema solar.

Para que un planeta pueda albergar vida, tal y como la conocemos, se requiere que cumpla ciertos ciclos geológicos como tener actividad volcánica y tectónica de placas. Esto último -el movimiento de la superficie terrestre a través de sus placas- prepara el terreno para el surgimiento de la vida porque hace que se enfríe el manto de la Tierra, lo que genera que los organismos unicelulares puedan surgir y, posteriormente, desarrollar vida más compleja (multicelular) a través de un proceso evolutivo que no se detiene y que parece darse al azar.

El fósforo resulta esencial para la creación del Acido Desoxirribonucleico (ADN), las membranas celulares y está presente en los huesos y los dientes, tanto de personas como de animales. En la vida microbiana también es fundamental, porque promueve la formación del plancton, que se desarrolla en los océanos y que resulta necesario para alimentar a los peces.

Y aunque todavía no es posible determinar qué elementos químicos están en los ecosistemas exoplanetarios, los científicos asumen que los planetas tienen composiciones similares a las de las estrellas que los hospedan. De tal suerte que los investigadores miden la abundancia de los elementos de una estrella a través de la espectroscopia, que es una técnica que sirve para estudiar cómo la luz interactúa con los elementos que se encuentran en la capa más alta de un astro.

Gracias a ella podemos saber también, por ejemplo, cuál es la composición química de las atmósferas de nuestros planetas vecinos o de estrellas que se encuentran a años luz de distancia. En otras palabras, los científicos conocen la composición química de un planeta sabiendo la composición química de la estrella que orbita a través de la espectroscopia. Con estos datos saben si puede existir vida o no en un planeta fuera de nuestro sistema solar.

Un detalle revelador para Hinkel y su equipo fue que encontraron pocos datos sobre la presencia de fósforo en las estrellas que estudiaron. Esto no es para nada desalentador, porque no es que no esté presente, sino que es probable que no se le haya detectado todavía. Para encontrarlo, se necesitan estudios aún más detallados sobre cada una de esas estrellas. Por ello, ha urgido a la comunidad científica a priorizar las observaciones más detalladas de fósforo en futuros estudios y en el diseño de los telescopios para que sean capaces de detectarlo más fácilmente.

Aún falta mucho camino por recorrer para lograr encontrar vida microscópica en otros planetas, por lo que necesitaremos hacer más eficientes nuestros instrumentos de observación y responder a la pregunta de si la vida puede o no ser distinta a como lo es en la Tierra.

El descubrimiento de fosfina en Venus, así como la presencia de fósforo en otras estrellas y planetas fuera del Sistema Solar, podría ser el comienzo de un nuevo método para saber si estamos solos o no en el Universo. Seguramente requerirá del envío de nuevas sondas espaciales a Venus, principalmente, porque los científicos han dejado desatendido ese planeta desde que en los años 80 del siglo pasado, las naves rusas Venera se posaron sobre su superficie.

El trabajo de Hinkel, que lleva por título “La influencia del fósforo estelar en nuestra comprensión de Exoplanetas y Astrobiología”, apareció publicado el pasado 11 de septiembre en la revista The Astrophysical Journal Letters y se puede consultar en el siguiente enlace: https://iopscience.iop.org/article/10.3847/2041-8213/abb3cb

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