SCJN argumenta en el Parlamento abierto… Morena le da la última palabra a Zaldívar
Dos ministras apoyaron abiertamente la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El Congreso mexicano realizó el primer foro del parlamento abierto sobre la Reforma Judicial, con la participación de los ministros y ministras de la Suprema Corte.
Nueve de 11 ministros expresaron dudas y críticas abiertas a la elección de funcionarios locales, aunque entre ellos se repitió el argumento de que no habría “negacionismo”, por lo que hicieron planteamientos para reforzar la independencia judicial.
Las ministras Lenia Batres y Yasmín Esquivel apoyaron abiertamente la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador; incluso, Batres Guadarrama se pronunció por limitar las capacidades de la Corte y de los jueces.
La ministra presidenta, Norma Lucía Piña, pidió un diálogo efectivo para mejorar la reforma.
Aunque la ministra pidió tener la última intervención, el foro dominado por legisladores de Morena cerró con un discurso de Arturo Zaldívar, el ministro que se retiró de la Corte para unirse al equipo de Claudia Sheinbaum.
Zaldívar dijo que el Poder Judicial no tiene legitimación social y que desde que él salió se dejó de combatir a la corrupción, pues sostuvo que ya no se aplican las reformas aprobadas en su gestión.
Las intervenciones clave del foro
Ignacio Mier, coordinador de Morena en Cámara de Diputados, dijo que la mayoría legislativa tiene puntos “irreductibles”, entre ellos, que los cargos más amplios se sometan a la voluntad popular.
Sostuvo que estarán abiertos a debatir los mecanismos de elección y postulación.
El ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo dijo que los concursos y los mecanismos de selección de jueces y magistrados son adecuados para la carrera judicial.
Sostuvo que la elección de más de mil 600 juzgadores podría generar un “desajuste importante” en el funcionamiento de los procesos judiciales.
Sugirió que la elección se haga de manera escalonada, sustituyendo las plazas que sean necesarias.
La ministra Lenia Batres sostuvo que el Poder Judicial tiene las puertas cerradas al pueblo y abiertas al tráfico de influencias.
La ministra se pronunció a favor de todos los puntos que incluye la reforma judicial y propuso “limitar a los órganos del Poder Judicial para que respeten claramente la Constitución”.
Como la ha defendido en la Corte, Batres pidió limitar las interpretaciones y resoluciones, para que el Tribunal no pueda revivir normas que el Congreso de la Unión ha abrogado.
Lenia Batres se pronunció por eliminar el criterio de “supremacía judicial” y defendió “la supremacía constitucional y el equilibrio de poderes”.
Batres fue aplaudida de forma desaforada por legisladores de Morena, que la llamaron ‘la ministra del pueblo’.
El ministro Juan Luis Alcántara Carrancá dijo que la reforma no solucionará los problemas y consideró que pone en riesgo el acceso a una justicia independiente e imparcial.
Sin embargo, afirmó que no es momento de negacionismo, por lo que propuso mecanismos para evaluar a los jueces que sean electos.
Consideró que la elección de funcionarios judiciales politiza los nombramientos.
El ministro Javier Láynez dijo que hace 30 años se apostó por la carrera judicial para privilegiar las capacidades de funcionarios judiciales.
Por este motivo, se negó a reconocer que el sistema “solo” haya generado corrupción y reseñó sentencias que han protegido los derechos humanos.
Reconoció que el Poder Judicial no ha tenido la capacidad de comunicarse con la sociedad, aunque lo atribuyó a la actitud que tienen los jueces de solo ‘hablar mediante sus sentencias’.
Sostuvo que la elección de jueces puede agravar los problemas que ya tiene el Poder Judicial, pues los ganadores están comprometidos con el electorado, cuando la obligación de un juez es ser independiente.
La ministra Yasmín Esquivel se pronunció a favor de la elección de jueces y ministros, mediante un proceso escalonado que sustituya a los funcionarios que dejen cargos.
Pidió un proceso que garantice las competencias y la honestidad, de tal forma que la elección les dé “legitimidad”.
El ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo dijo que un mal diseño del Poder Judicial podría generar una “subasta” de jueces y magistrados.
Se pronunció por mejorar el sistema de méritos que ya existe. Propuso reforzar la profesionalización judicial, además de garantizar la estabilidad laboral, sancionando únicamente a jueces con criterios objetivos y técnicos.
Defendió la necesidad de un pago justo y retiro digno, para atraer y retener al ‘talento jurídico’.
La ministra Loretta Ortiz dijo que no hay un modelo ideal de jueces, aunque estableció que se debe evitar que se imponga un matiz político que afecte su independencia.
Se pronunció por mantener criterios objetivos de capacidad y de no discriminación.
La ministra Margarita Ríos Farjart dijo que esta reforma no se enfoca en poderes judiciales locales.
Sostuvo que una buena reforma debe estar verdaderamente orientada a resolver problemas, no desarreglar lo que funciona, ser económica e implementarse con sencillez.
Se pronunció por fortalecer los poderes judiciales locales, haciendo obligatorios los exámenes para elegir a los jueces, que podrían ascender después a magistraturas.
Propuso integrar a los ciudadanos a “salas de constitucionalidad locales” y jueces mediadores que ayuden a solucionar problemas vecinales.
El ministro Luis María Aguilar pidió no descuidar a los poderes de justicia de los estados, donde hay gobernadores que imponen magistrados.
Recordó que la elección de ministros ya se había propuesto en 1917, pero se determinó que no era lo más conveniente.
Dijo que debe prevalecer la independencia de los jueces, sin importar el mecanismo mediante el que sean electos.