Libros de la semana: Abad Faciolince, Arnau, Ripoll…
El provocador ensayo de Oswaldo Zavala y el perturbador relato de Alejandro Vázquez Ortiz se suman a nuestras recomendaciones.

El narcotráfico no es como lo pintan. En el provocador ensayo de Oswaldo Zavala plantea que los cárteles de la droga son apenas una parte del engranaje del sistema político que nos gobierna. Otro ensayo para sacudir neuronas es La fuga de Dios, del filósofo español Juan Arnau, quien apuesta por devolver a la ciencia la creatividad que ha perdido. Pasemos a la la afortunadísima reedición del ya clásico libro del colombiano Héctor Abad Faciolince, El olvido que seremos. Sigamos con un relato sin igual del mexicano Alejandro Vázquez Ortiz, donde la ciencia ficción tiene un papel protagónico. Cerremos con la potente y musical poesía del español José Ramón Ripoll.
Oswaldo Zavala. Los cárteles no existen. Malpaso. 252 pp.
Primero lo dicen los medios de comunicación y pronto lo repiten las narconovelas, las películas y los corridos: “Los cárteles de la droga han construido imperios de criminalidad que rebasan el poder del Estado”. Todos aseguramos saber de capos, plazas y rutas, y sin embargo lo que conocemos del narco no es real. Oswaldo Zavala demuele los mitos construidos alrededor del narcotráfico y se atreve a observar de otro modo el complejo fenómeno del tráfico de drogas. Los cárteles, tal y como nos los han querido vender, no existen. Existen las estrategias políticas que los idearon. Existe el tráfico de drogas, pero fuertemente controlado por instituciones oficiales. Existe la violencia, pero en buena medida perpetrada por el mismo Estado. La historia del narcotráfico en México es, a fin de cuentas, la historia del perverso sistema político que nos gobierna.
Héctor Abad Faciolince. El olvido que seremos. Alfaguara. 328 pp.
El 25 de agosto de 1987 Héctor Abad Gómez, médico y activista en pro de los derechos humanos, es asesinado en Medellín por los paramilitares. El olvido que seremos es su biografía novelada, escrita por su propio hijo. Un relato desgarrador y emocionante sobre la familia, que refleja, al tiempo, el infierno de la violencia que ha golpeado Colombia en los últimos cincuenta años.
José Ramón Ripoll. El espejo y agua. Ediciones sin nombre. 174 pp.
Antología poética del escritor español. Sus versos, advierte José María Espinasa, ofrecen una indagación sobre el sentido de la comunicación y de la vida misma. Su voz abreva lo mismo del barroco que de la vanguardia. Su trabajo evidencia también contactos con la lírica mexicana por medio de autores como Paz, Chumacero o Tomás Segovia.
Juan Arnau. La fuga de Dios. Atalanta. 392 pp.
¿Por qué la ciencia y el espíritu parecen no entenderse? ¿Qué problemas plantea un mundo dominado por la técnica? La ciencia moderna teme lo inmaterial, pero no siempre fue así. Este libro ofrece una visión inédita y apasionante de la ciencia. Apuesta por recuperar la sintonía entre la visión científica y la espiritual, con la convicción de que el centro del universo se encuentra en cada ser vivo y de que ésa es la geometría, extraordinariamente compleja, del mundo en que vivimos. El filósofo ibérico concluye que la ciencia sería más libre y creativa.
Alejandro Vázquez Ortiz. El mono que escribió el Quijote. Librosampleados. 48 pp.
Título ganador del XXXI Premio Nacional de Cuento y Ciencia Ficción. A partir de la construcción de un mundo distópico donde el azar y el caos son la constante. ¿Cuento largo? ¿Novela corta? Llámalo como gustes, pero léelo. El relato nos guía sin consideraciones en las posibilidades de un género donde la imaginación luce desbordada y donde la experimentación narrativa es una virtud.

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