La prisión en la que está ‘El Chapo’ podría ser peor que Guantánamo: ‘NYT’
Prisioneros de “alto riesgo” –aquellos condenados por los cargos más severos– viven en condiciones de aislamiento tan severas que se han llegado a reportar pérdidas de la vista.
El Centro Correccional Metropolitano de Nueva York donde se encuentra preso Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera tras su extradición desde Ciudad Juárez, ha sido descrito como menos habitable que la famosa prisión de Guantánamo por un hombre que ha sido encarcelado en ambas prisiones.
El Centro Correccional Metropolitano ha albergado presos como Ramzi Ahmed Yousef, el autor del bombardeo al World Trade Center de Nueva York en 1993 y Bernard Madoff, ex presidente de una firma de inversión que llevó a cabo una estafa de 20 mil millones de dólares.
Varios reos han intentado escapar de esta prisión de máxima seguridad, algunos con éxito. El caso más famoso fue el de un prisionero que en 1981 casi logró subirse a un helicóptero secuestrado.
El Centro Correccional Metropolitano, que abrió sus puertas en 1975, alberga 795 prisioneros. Sin embargo, aquellos que son considerados de “alta peligrosidad” son colocados en celdas que se encuentran en una ala conocida como 10 South, donde viven en confinamiento solitario y no tienen permitido hablar entre ellos. Las luces están prendidas durante 23 horas del día, a veces hasta las 24. Las ventanas son esmeriladas, por lo que no pueden ver hacia afuera y la ranura de la puerta por la que son introducidos alimentos está cerrada prácticamente todo el día.
Uzair Paracha, quien estuvo dos años en el centro correccional hasta 2005, cuando fue condenado por haber dado apoyo material a Al Qaeda, ha narrado sus experiencias en su libro Hell is a Very Small Place: Voices from Solitary Confinement, que fue publicado en el 2016.
Paracha afirma que era común que los prisioneros notaran pérdidas ligeras de la vista mientras estaban presos en 10 South y que muchos pedían anteojos para paliar una hipermetropía.
Las únicas voces humanas que se escuchan los prisioneros, de acuerdo con Paracha, son las de guardias que se burlan de ellos y las instalaciones no cuentan con televisiones ni radios. Las revistas y periódicos que llegan lo hacen con meses de retraso y con notas recortadas por censores.
Tales condiciones, conocidas como “medidas administrativas especiales”, han sido criticadas por Amnistía Internacional.
“Las unidades segregadas son horripilantes e inhumanas”, sostuvo en entrevista David Patton, director ejecutivo de la Oficina de los Defensores Federales de Nueva York. “Si quieres diseñar un lugar para volver loca a la gente de manera intencional, sería difícil hacerlo mejor”.
La oficina de Patton defiende a Guzmán Loera así como a otros presos del Centro Correccional Metropolitano. El abogado describió el aislamiento que se siente en 10 South: “Las luces fluorescentes siempre están prendidas”, dijo. “El único ruido es el rechinar metálico de las puertas cuando se abren y se cierran”.
Aún no se sabe si Guzmán Loera permanecerá en el Centro Correccional Metropolitano mientras se desarrolla su caso en una corte de Brooklyn. (Con información de The New York Times)