Llaman las FARC a reconciliación por futuras generaciones

La juventud colombiana se movilizó en bloque para rechazar cualquier intento de regresar a la guerra, al tiempo que aparecieron los campamentos por la paz en distintas capitales del país, defendiendo la consigna de no levantarlos hasta tanto no se produjera el nuevo Acuerdo Definitivo.

noviembre 24, 2016 11:09 am Published by

Las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) pidieron este jueves a los colombianos celebrar la firma del nuevo Acuerdo de Paz con el gobierno de Juan Manuel Santos, y llamaron a la reconciliación pensando en las nuevas generaciones.

El jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, escribió en su cuenta de Twitter que “es un hecho histórico para Colombia sacar adelante un Acuerdo de Paz en medio de tantas contradicciones. Hoy es día de celebrar”.

“Tenemos los colombianos en nuestras manos una oportunidad histórica de construir paz y reconciliación pensando en las futuras generaciones”, agregó el segundo dirigente más importante de las FARC, después de Rodrigo Londoño Echeverria, alias Timoleón Jiménez y también conocido como “Timochenko”.

Márquez reiteró que con “la firma del Acuerdo Final hoy, la esperanza de paz cobra vida. Será como una obra de autoconstrucción en la que debemos trabajar todos”.

Por su parte, Timoleón Jiménez, también por la red social, sostuvo que los sectores que “le tienen pavor a la verdad se oponen a hasta el último minuto a la firma de la paz. No les hagamos el juego”.

Para el secretariado de las FARC, el nuevo Acuerdo Final de La Habana suscrito el pasado 12 de noviembre, conocido como el Acuerdo Definitivo o el Acuerdo de la Esperanza, ha servido para desatar una agitación enorme en Colombia.

“Para la ultraderecha se ratificó la impunidad, se le hizo conejo a Colombia, el acuerdo no puede ser definitivo, se violó la democracia expresada en el triunfo del no”, señaló la dirigencia de las FARC, en uno de sus recientes documentos.

Para los sectores de la derecha radical, “el presidente Juan Manuel Santos y las FARC le mintieron al país y luego se contradijeron, entre otras perlas”.

Colombia percibió de inmediato que había sido objeto de un engaño. Y lo expresó de modo espontáneo con una auténtica movilización nacional en defensa de lo acordado en La Habana, poniendo de presente la necesidad de defenderlo en sus aspectos fundamentales.

El campanazo de alerta de la nación entera, ante la sola posibilidad de la ruptura de las conversaciones, resonó de modo ensordecedor. Hubo vigilias por la paz en toda la geografía colombiana.

“Las FARC no combatimos durante medio siglo al Estado colombiano para llegar a un acuerdo final en el que no podamos hacer política y aceptemos pagar largas penas tras las rejas”, recordaron.

Y agregaron que “ninguna organización revolucionaria armada aceptaría algo semejante. Por eso la ingeniosa y balanceada fórmula de justicia pactada en el punto de víctimas”.

En el acuerdo se considera “en su grave dimensión criminal las conductas violatorias de las leyes penales, los derechos fundamentales y el derecho internacional humanitario por parte de agentes estatales y terceros vinculados al conflicto”.

“Es claro que más que molestarse por la que llaman impunidad para nosotros, otra falsedad monumental pregonada por la ultraderecha, lo que más les preocupa es tener que responder ellos mismos por sus hechos ante una justicia imparcial que no puedan manosear”, subrayó el grupo rebelde.

Del mismo modo, “no conversamos durante seis años hasta conseguir por fin un Acuerdo con el Estado colombiano, para echarlo al bote de la basura sólo porque a los señores del Centro Democrático o el conservatismo les parece que no colma sus aspiraciones”.

“Si estos colombianos fueran realmente honestos, si meditaran sinceramente en cuánto de su pensamiento aparece signado en el Acuerdo de La Esperanza, tendrían que reconocer que lo acordado es el más justo y acertado balance entre todos los sectores del país”.

Enfatizaron que “el comunismo con el que amenazan no aparece por ningún lado, el llamado modelo económico no entró en la discusión por obra de la oposición cerrada del gobierno. Un acuerdo sólo para las aspiraciones ultramontanas resulta carente del más mínimo de los realismos. Se escuchó a todos, y de cada uno se incorporó lo máximo posible”.

Las FARC llamaron a “cerrar filas por el carácter definitivo del Acuerdo de la Esperanza. La movilización nacional que comenzó al día siguiente del plebiscito del 2 de octubre ha de multiplicarse y hacerse valer. Un inmenso caudal de los votantes por el no ya cambió su opinión. Así también una buena porción del abstencionismo”.

“No es el momento para las vacilaciones ni incertidumbres. La paz es ahora y para siempre”, enfatizó el secretariado de las guerrillas de las FARC, que con la firma este jueves inicia su proceso para convertirse en partido político. (NTMX)

 

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