“Ahora hay una sensación de ir hacia la destrucción, como bichos que van a la luz”: Camila Fabbri

La escritora argentina publica en México su colección de cuentos ‘Estamos a salvo’.

abril 23, 2025 1:46 pm Published by

Por Héctor González

Hay algo de ironía en Estamos a salvo (Almadía), la colección de cuentos de la argentina Camila Fabbri (Buenos Aires, 1989) que recién circula en México. Compuesto por 17 relatos, el volumen aborda la animalidad en el ser humano y los resortes que la detonan, en particular ante situaciones límite.

“La hipótesis del libro va por el lado de lo salvaje en el ser humano y en la animalidad”, reconoce la escritora desde su país, el cual atraviesa un momento poco estimulante: “El argentino tiene fama de aguerrido, de salir a conquistar sus derechos, a poner las cosas en claro, pero hay algo que está bastante adormecido en este momento”.

 ¿Cómo fue tu reencuentro con los cuentos de Estamos a salvo?

El libro se publicó por primera en 2022, por Planeta Argentina. Tuvo dos traducciones una al portugués y otra al italiano y luego esta nueva salida, en medio de todo eso hubo una especie de revisión para ver si quería mover o cambiar algo. Desde que terminé Estamos a salvo no he vuelto a escribir cuento, de modo que me reencontré también con el género. Igual no sé si lo volveré a hacer, pero ha sido lindo revisitar estas historias.

¿Te remontaste a la época en que los escribiste?

Sí, fue un libro que escribí en paralelo con el Día que apagaron la luz, un libro de no ficción sobre la tragedia de Cromañón. Entonces tenía esas dos escrituras en paralelo danto vueltas, de hecho, Estamos a salvo iba a salir antes, pero al final me incliné por el otro. Es interesante porque todavía me reconozco en esa escritura, pero sí siento también que ha habido un proceso de maduración.

Los cuentos tienen que ver con cierta animalidad, con la naturaleza. No es gratuito que pongas epígrafes de documentales de National Geographic en cada uno.

Esa es una especie de código de lectura. Después se arma un sistema con eso, a veces es bastante literal y otras todo lo contrario. Me parece que la hipótesis del libro va por el lado de lo salvaje en el ser humano y en la animalidad, conductas que muchas veces son similares.

Dices que no has publicado libros de cuentos desde entonces, pero déjame preguntarte. ¿Tienes alguna teoría sobre lo que debe ser un cuento?

En general no trabajo con teorías o trato de no hacerlo. Procuro no haya algo que cumplir o in punto de llegada. A veces siento que me quedé en el camino y que no cumplí con todo lo que tenía en mente. En general escribo de una manera mucho más intuitiva. Obviamente que leo muchísimo, entonces hay ciertos parámetros estructurales que replico, digamos, por imitación, sonido o fonética, te diría. Al final siempre gana la tesis del cuento de Ricardo Piglia que para mí es fundamental y que viene a decir que en un cuento casi siempre hay dos historias que en algún punto se encuentran. Desde luego es más complejo que esto, pero esa es la base.

¿Cuándo empiezas a escribirlo tienes claro el final?

No, muchas veces lo único que tengo es una imagen, una imagen a la que llegar o de la cual partir. Después se va concatenando el proceso y hay muchos finales posibles, algo similar a los libros de Elige tu propia aventura, es medio intuitivo el proceso por eso no siempre hay cierres específicos y sí más abiertos.

Y simbólicos. ¿Qué importancia tiene para ti lo simbólico?

Lo simbólico es esencial, pero a la vez necesita de algunos elementos explícitos para que se pueda generar.

El título del libro es Estamos a salvo. ¿A salvo de qué en un mundo como el vivimos?

Hay algo de sarcasmo en el título. Desde luego ahora menos que nunca nos sentimos a salvo. Hay una sensación de ir hacia la destrucción, como bichitos que buscan la luz. Al final son 17 cuentos que tratan de alguna manera de contar distintas formas de no estar tan a salvo. Algunas más sutiles, otras más explícitas, pero me parece que es como una forma de, bueno, de estar alerta, no sé.

Ahora todos vivimos alertas, empezando por Argentina.

Sí, tan alerta que te diría que ya entramos en un periodo de reposo mental. Generalmente el argentino tiene fama de aguerrido, de salir a conquistar sus derechos, a poner las cosas en claro, pero hay algo que está bastante adormecido en este momento, creo yo.

¿Te interesa el momento actual de tu país para escribir?

Es muy pronto todavía. No está siendo muy estimulante, porque lo único que vemos es la crítica, el disgusto o el desgano, no hay mucha creatividad. Nos sentimos como bombardeados por cosas injustas.

 

 

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