“La poesía cuando no es silencio, es movimiento perfecto”: Eduardo Milán

El poeta uruguayo publica “Reversura”, una obra donde reflexiona sobre la poesía, la memoria y la vejez.

marzo 23, 2025 5:52 am Published by

Por Héctor González

La poesía de Eduardo Milán (Rivera, Uruguay, 1952) tiene algo de movimiento pendular. Va y vine, viene y va. En ese ir y venir “un verso siempre está por verse” escribe. Mucho de esto hay en Reversura (Mantarraya Ediciones/Elefanta Editorial), un poemario donde la memoria, la vejez y la escritura misma tienen cabida.

Radicado en México desde 1979, Milán, es buen caminante y conversador. Huye a toda costa de las definiciones porque le gusta la libertad y el sano ejercicio de la divagación.

En Reversura usted escribe que ha caído en poesía. ¿Qué es caer en la poesía?

Es una forma de refutar o cuestionar la frase hecha de caer en la cuenta. Caer en la cuenta es darse cuenta, pero en la cuenta está el cálculo y eso te lleva a un principio de racionalidad. La poesía en cambio es todo lo contrario, es caer en un territorio no contable.

¿Es irracional?

No, aunque la versura es una cantidad, es la metáfora agropecuaria. Yo vengo de un país agroganadero. Ahí tenemos a los bueyes dando vuelta al surco, sobre territorios medidos. Su gran habilidad creo, y lo señala el mito de Orfeo con la desaparición de Eurídice, es que saben cuándo volver y en el cálculo que hacen de la temporalidad hay una medida que es contable pero variable. O sea, caer en la poesía es de algún modo re-territorializar a partir de una desterritorialización. Eso parece rebuscado y sin duda la explicación lo es un poco, pero es salirse y quedarse, salirse y quedarse. No es aceptación.

¿Es un estado más que otra cosa?

Lo que pasa es que tenemos ahí el mito colindante con la religión, de la gracia. Para los románticos el estado de gracia es un estado en el cual uno entra, es decir algo semejante a lo que dice la religión. El otro día Francisco, el papa actual, hizo una defensa de la poesía. Lo lindo, creo yo, de la poesía es que justo bordea el territorio de lo religioso sin caer en él. Lo que sí es la poesía cuando no es silencio, es movimiento perfecto. Por eso hay una similitud, sobre todo en los románticos alemanes entre caminar y escribir. Un pensador notable que también lo llevó a cabo fue Thoreau, el gran desobediente civil, y quien tiene un libro extraordinario llamado Caminar.

Ahí tiene también a Montaigne…

Claro, sus ensayos. Además, fíjate, lo verdaderamente notable de, por ejemplo, Montaigne, es que, de algún modo, inventó lo que entendemos por ensayo a partir de una liga con el territorio poético. Es decir, la poesía es un ensayo.

¿Crea poemas mientras camina?

Cuando caminas hay un momento o tiempo, creo a partir de los cuarenta minutos, en que empiezas realmente a pensar, al menos eso me pasa a mí. No soy una persona que pueda hacer muchas cosas al mismo tiempo y tampoco soy un genio. Siempre digo que la poesía es un ensayo sin función, o sea, no va a haber presentación del espectáculo. Continuamente se ensaya, promete y nunca cumple, pero te mantiene un poco entretenido.

Sigamos usando el término función, pero ahora como utilidad.

No tiene mayor utilidad que mantener, y no es poca cosa, la imaginación y la sensibilidad activas, como dice Haroldo de Campos, el poeta brasileño. Mantener la entelequia activa, que es una frase de Goethe. Al hacerla estamos circularizando, surcando y resurcando. El “re”, exactamente, es re-versura. Cuando Octavio Paz hizo su revista Vuelta no era para volver al pasado si no para reversar.

Pero en su libro sí hay un ejercicio de memoria o de vuelta al pasado.

Yo tengo una historia un poco conflictiva. Cuando salí de Uruguay en realidad no estaba presionado. Mi padre estuvo 12 años preso, y yo me quedé en el país 6 años. Me fui porque no aguanté más, es muy difícil vivir en una dictadura militar, sobre todo teniendo preso a un tipo muy querido e importante para ti y a quien puedes ir a visitar cada 15 días. Aguanté 6 años, y después hablé con mi padre. Le dije que no tenía posibilidades en Uruguay. En ese entonces no sabía que le iban a dar una amnistía y que su condena de 24 años se reduciría a 12. Al salir tuve que construirme una alternativa y en el rescate de la memoria hay una reversura y un re-ver al sur desde un punto de vista del significante. Insistir en la versura, y mostrar, de algún lado, el reverso del acto poético. En mí escritura suelo insistir en el carácter material del poema, es decir, esto es un poema. No hay que irse con ninguna finta, esto es un poema y desde el punto de vista de la memoria es absolutamente asombroso porque siempre rescata algo. Me gusta decir que el poema es recolector, va recolectando, trabaja, pero nunca va a mostrar la memoria en estado puro.

Por eso escribe “la clave es la narración del poema, no el poema narrativo”.

Exacto, te voy a contar el poema, para mí eso es fundamental. Como decía el chileno Enrique Lihn, la poesía reitera, eso es lo que de alguna manera han hecho siempre los poetas. Reiteramos, vamos de nuevo, por eso la poesía no tiene función alguna, por eso mucha gente dice que es insoportable y no conduce a ningún lado. Claro, en América Latina existió durante los años setenta y ochenta, la llamada poesía comprometida, en México tenían a Sabines y al grupo de la Espiga Amotinada. Durante aquellos años se usó la poesía para la “concientización social”, el problema es que, si no eres Ernesto Cardenales, porque él era un monstruo, puedes de caer en el panfleto.

Su poesía si bien tiene tintes políticos, de hecho, en este libro está bastante presente, nunca ha pretendido concientizar, incluso pese a tener un pasado marcado por la dictadura.

Para mí esa fue una especie de obligación. Uno no puede negar lo que es, ni de dónde viene, aunque no lo haya elegido. Uno es una mezcla de lo que eliges y de lo que no eliges. Crecí en una familia de izquierdas. Cuando Octavio Paz me invitó a la redacción de Vuelta, lo primero que me dijo fue “yo se muy bien cual es tu historia”, lo primero que pensé fue creo que sabe más que yo. Nunca tuve problemas, había pluralidad y mantuve una columna por años. El único problema que tuve fue cuando hablé mal del libro de un amigo suyo. Me dijo, “nadie en mi revista habla mal de mis amigos”, yo le respondí “Octavio hablé mal de un libro”. Fin de la relación.

¿Recuerda de que poeta fue?

El libro era Semáforos, semáforos, de Jaime Siles. Pero vuelvo a tu pregunta original, yo sigo siendo uruguayo. No estoy naturalizando, tengo doble ciudadanía. Soy brasileño por mí madre y uruguayo, por parte de mí padre, ¿para qué quiero otra? Tengo FM2, la residencia permanente. Nací en la frontera con Brasil, pero me fui a Montevideo porque ahí estaba la única universidad. Te estoy hablando de los setenta entonces cuando dan el golpe lo primero que cierran es la universidad. Lo único que me quedaba era caminar por el puerto de Montevideo que es probablemente uno de los lugares más hermosos que yo he conocido.

¿La escritura de Reversura es producto de la edad, la vejez?

Sí. El envejecimiento o la evidencia de la vejez con la conciencia que supone es una materialización en el cuerpo de una sensación de pérdida. Uno sabe que va perdiendo, o sea que va perdiendo mucho de lo que era. Y como decía un amigo, el poeta peruano Mario Montalbetti, espera que todavía nos falta el encuentro con lo inexorable. El problema es que cuando tienes treinta años no te lo planteas, pero sí cuando tienes 70.

¿Qué es lo inexorable?

Aquello que no podemos evitar y de lo que no sabemos nada, más que intuiciones.

¿La muerte?

Es inevitable y si lo pones únicamente desde el punto de vista físico, es la condición de la vida. Dicho así suena de una gran madurez y aplomo, pero está cabrón. A pesar de que ya no se tiene la batería para ponerse inquieto, sí hay una inquietud de fondo.

Me da la impresión de que le teme a ese momento.

Sí, el entrenamiento que te permite la poesía es que no sabemos, por eso he metido el concepto de “no lugar”. Al final todos nos preguntamos si existe ese lugar y nos damos cuenta de que todo es una ilusión.

 

 

 

 

placeholder
Tags: ,

Contenido relacionado