‘Los Miserables’ en el contexto de las crisis socioambientales del siglo XXI | Artículo de Ross Barrantes

Por Ross Barrantes, abogada especialista en Derecho Ambiental

La obra maestra de Victor Hugo, “Los Miserables”, es un tratado intemporal sobre la lucha por la justicia social, la redención y la esperanza en medio de la desigualdad y el sufrimiento. Publicada en 1862, esta novela sigue siendo relevante aún el 2024, especialmente cuando nos enfrentamos a crisis socioambientales que amenazan con desgarrar el tejido mismo de nuestra sociedad. En un mundo marcado por la creciente desigualdad y la crisis climática, recordar uno de las mejores obras “Los Miserables” resuenan más fuerte que nunca.

Desigualdad y Pobreza

Uno de los temas principales de “Los Miserables” es la desigualdad económica y social. La obra muestra de manera vívida las disparidades entre los ricos y los pobres en la Francia del siglo XIX. Los personajes principales, como Jean Valjean y Fantine, son víctimas de un sistema injusto que perpetúa la pobreza y la opresión.

En la actualidad, la desigualdad económica sigue siendo un problema grave en todo el mundo. La brecha entre ricos y pobres se ha ampliado, dejando a millones de personas atrapadas en la pobreza mientras unos pocos acumulan riqueza desproporcionada, por ejemplo el caso de los jets privados de la elite emiten mayor cantidad de GEI que algunos países de las islas pacifico. Esta desigualdad no solo es injusta en sí misma, sino que también alimenta una serie de problemas sociales, desde la falta de acceso a la educación y la atención médica hasta el aumento de la criminalidad y la inestabilidad política.

Crisis Climática y Ambiental

Además de la desigualdad, “Los Miserables” aborda cuestiones de justicia ambiental. Aunque esta preocupación no esté explícitamente representada en la novela, la degradación del medio ambiente y sus efectos en los más vulnerables se entrelazan con las injusticias sociales que Hugo describe tan vívidamente.

Hemos empezado el año 2024 y nos enfrentamos a una crisis climática sin precedentes que amenaza con alterar drásticamente la vida en la Tierra, con olas de calor que azotan la región sudamericana sumándose los incendios forestales. El cambio climático, impulsado principalmente por la actividad humana, está provocando fenómenos meteorológicos extremos, aumento del nivel del mar, pérdida de biodiversidad y desplazamiento de comunidades enteras. Estos impactos afectan de manera desproporcionada a los más pobres y vulnerables, quienes tienen menos recursos para adaptarse a los cambios ambientales y suelen ser los más expuestos a los riesgos climáticos.

Paralelismos entre la Novela y la Realidad Actual

Al examinar “Los Miserables” a la luz de las crisis socioambientales actuales, surgen paralelismos sorprendentes entre la ficción y la realidad. Por un lado, vemos cómo la desigualdad económica perpetúa la injusticia social y la opresión, dejando a millones de personas atrapadas en la pobreza y la desesperación. Por otro lado, la crisis climática exacerba aún más estas disparidades, afectando de manera desproporcionada a los más pobres y marginados. “Los Miserables”, Hugo me recuerda que la injusticia social y la degradación ambiental están intrínsecamente interconectadas. La pobreza extrema y la destrucción del medio ambiente son dos caras de la misma moneda, alimentadas por un sistema económico y político que prioriza el lucro sobre el bienestar humano y el cuidado del planeta. Lector usted no se pregunta, en la realidad actual, quienes serían los miserables del siglo XXI ¿gobernantes? ¿diputados? ¿senadores? ¿países del anexo A?

La pobreza invade a America Latina, pero las soluciones que dependen de decisiones políticas entre Estados están lejos a implementar una mejora en el bien común de las poblaciones.

Lecciones para el Presente y el Futuro

En un mundo marcado por la desigualdad y la crisis climática, las lecciones de “Los Miserables” son más relevantes que nunca. La novela nos insta a enfrentar la injusticia social y ambiental con valentía y determinación, buscando soluciones que aborden las raíces profundas de estos problemas sistémicos. Para abordar la desigualdad, es fundamental implementar políticas que promuevan la equidad económica y social, garantizando el acceso universal a la educación, la atención médica y otras necesidades básicas. Al mismo tiempo, debemos tomar medidas audaces para enfrentar la crisis climática, reduciendo drásticamente nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, invirtiendo en energías renovables y protegiendo los ecosistemas vulnerables.

“Los Miserables” nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay espacio para la esperanza y la redención. A través del coraje y la solidaridad, podemos construir un futuro más justo y sostenible para todos. En última instancia, depende de nosotros tomar las lecciones de esta obra atemporal y trabajar juntos para crear un mundo donde cada persona pueda vivir con dignidad y respeto, y donde la naturaleza sea valorada y protegida como el tesoro invaluable que es.