La ciencia de datos e inteligencia artificial, cada vez más importantes en las democracias

Jorge Gracia del Río, presidente de la “Red europea para la ciencia de datos lingüísticos centrada en la web” e investigador de la Universidad de Zaragoza, plantea que el uso de la ciencia de datos y la inteligencia artificial debe discutirse mucho más allá del plano técnico; el debate se debe mover hacia los dilemas éticos y morales.

enero 23, 2023 2:59 pm Published by

La ciencia de datos y la inteligencia artificial han tenido un papel cada vez más visible en las elecciones democráticas recientes. El uso de la tecnología para detectar a simpatizantes de un partido político, manipularlos e influir en su voto, es una práctica cada vez más común. Lo que en algún momento fue un método que se utilizaba en encubierto, ahora se aplica de manera más evidente y expuesta. 

Así lo plantea el investigador de la Universidad de Zaragoza, Jorge Gracia del Río en su artículo “Los algoritmos que elegirán al próximo presidente del gobierno”, publicado originalmente en The Conversation y replicado en varios medios a nivel internacional. 

Gracia plantea que  el uso de la ciencia de datos y la inteligencia artificial debe llevar a una discusión que requiere ir más allá del plano técnico, para moverla al terreno ético y moral, pues pone en duda la práctica de la democracia como hasta ahora la hemos conocido.

El especialista se refiere al rol de la ciencia de datos y en particular de herramientas como el Procesamiento del Lenguaje Natural (PNL) o los estudios de psicometría de Kosinski que permiten identificar el perfil del usuario mediante un análisis de sentimiento (Sentiment analysis) para influenciar su postura política a través de información sesgada e incluso falsa que a su vez repercute directamente en los resultados electorales. 

El autor señala que “…uno de los primeros casos de éxito en el uso de técnicas de big data y análisis de redes sociales para ajustar una campaña electoral fue el de Barack Obama para las presidenciales de Estados Unidos en 2012. En su campaña (y en muchas otras después), las encuestas tradicionales de intención de voto, basadas en llamadas telefónicas o entrevistas personales, se complementaron con el análisis de redes sociales”.

Señala que se trata de  métodos baratos, que se pueden aplicar  casi en tiempo real, para conocer y medir la opinión de los electores.  Se aplican para ello técnicas de Procesamiento del Lenguaje Natural, muy en especial las relacionadas con el análisis del sentimiento. Gracia del Río, explica que dichas técnicas analizan los mensajes que se emiten por miles o millones en  blogs, tuits  etc. y se busca medir  los rasgos positivos o negativos de las opiniones vertidas  con respecto a un cierto político o determinado mensaje político-electoral. El autor identifica limitaciones en el proceso, al tratarse de mediciones con sesgo muestral, ya que  los usuarios con más actividad en redes sociales suelen ser jóvenes y afectos a la tecnología, es decir,  no está representada la mayor parte de la población, de ahí  su alcance limitado, cuando se trata de predecir resultados electorales pero, sí resultan muy  útil para “estudiar las tendencias de voto y el estado de opinión de la gente”.

El autor, se refiere en el texto a lo sucedido en las elecciones en las que Donald Trump, ganó la presidencia de los Estados Unidos y el papel jugado, en ese proceso, por  la empresa Cambridge Analytica

“El big data y los perfiles psicográficos tuvieron mucho que ver con una victoria que no habían logrado predecir las encuestas. No se trató de una manipulación en masa, sino que diferentes votantes recibieron diferentes mensajes basados en predicciones sobre su susceptibilidad a diferentes argumentos, recibiendo información sesgada, fragmentada y a veces contradictoria con otros mensajes del candidato. La tarea fue encomendada a la empresa  Cambridge Analytica, que se vio implicada en una polémica por la recopilación no autorizada de información sobre millones de usuarios de Facebook”, señala el autor.

El método de Cambride Analytica   explica, se basó en los estudios de psicometría de Kosinski, con los que se pudo comprobar “…como con un número limitado de likes se puede obtener un perfil del usuario tan acertado como si lo hicieran sus familiares o amigos…El problema con este enfoque no está en el uso de la tecnología, sino en la naturaleza “encubierta” de la campaña, la manipulación psicológica a votantes susceptibles a través de apelaciones directas a sus emociones o la difusión deliberada de noticias falsas a través de bots “.

Gracia del Río, empuja a reflexionar, con amplitud, sobre este tema y destaca cuan importante es discutir los alcances de la ciencia de datos y ,en particular, el uso de  algoritmos que pueden impactar el  futuro democrático de un país. 

 Te puede interesar > Washington D.C. demanda a Mark Zuckerberg por no proteger datos de usuarios de Facebook en escándalo de Cambridge Analytica

Según el Edelman Trust Barometer de 2023, las redes sociales pueden actuar como una de las fuerzas para la creciente polarización en el mundo, ya que lejos de crear un espacio para la resolución de conflictos comunes, se vuelve un catalizador del conflicto en sí.

Las redes sociales se han convertido en un lugar de desconfianza, esto puede ser debido a que son mucho más manipulables que los medios de comunicación tradicionales y los motores de búsqueda, en los que según el estudio hay más confianza.  

El mismo estudio muestra que en Estados Unidos los republicanos son más proclives a creer que las diferencias entre republicanos y demócratas son inconciliables. Esto muestra la forma en la que el algoritmo ha permitido la creación de una división más profunda entre simpatizantes de diferentes partidos políticos y se cree una brecha más grande entre las creencias de unos y otros. 

El artículo expone que, más allá de que la tecnología pueda definir “al próximo presidente del gobierno”, puede llegar el momento en que la inteligencia artificial sea la que nos gobierne. Pone de ejemplo el caso de Dinamarca con la creación del Partido Sintético que es liderado por inteligencia artificial. Este pretendía representar en el Parlamento al “20% de la población danesa que no acude a las urnas”. 

Te puede interesar > “Inteligencia artificial”, la palabra de 2022 según FundéuRAE |Video

Ante una posibilidad que cada vez se ve más cerca, entra otra vez el cuestionamiento ético y moral, pues como menciona Gracia del Río, las máquinas están hechas y son controladas por humanos (al menos en la actualidad) que siguen siendo corruptibles aunque la máquina en sí no lo sea y no permiten entender el razonamiento llevado a cabo para generar una cierta respuesta, por lo que en palabras de Gracia del Río, no permite la “explicabilidad”. 

Por lo tanto, es cada vez más importante el rol que tienen la ciencia de datos y la inteligencia artificial en las democracias.

 

placeholder
Tags: , , ,

Contenido relacionado

placeholder