El superpeso no alcanza para librar la crisis: UNAM
Aunque el tipo de cambio favorable ha traído beneficios para ciertos sectores, las repercusiones negativas son más profundas y duraderas, advierten académicos.
A pesar de la aparente fortaleza del peso mexicano en los últimos meses, expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advierten que esta situación no es motivo para un optimismo desmesurado ni una solución para los problemas estructurales del país.
El profesor Juan Carlos Moreno Brid, de la Facultad de Economía de la UNAM, sostiene que, aunque el tipo de cambio favorable ha traído beneficios para ciertos sectores, las repercusiones negativas son más profundas y duraderas.
Moreno Brid señala que quienes se dedican a la importación de productos y aquellos que trabajan con insumos del exterior son los más favorecidos por un peso fuerte, ya que compran a menor costo.
Sin embargo, la teoría de que estas importaciones más baratas deberían traducirse en reducción de precios y aumento del poder adquisitivo de las familias no se ha materializado. Las ganancias parecen quedarse en manos de empresarios y comerciantes.
El efecto adverso se observa en los exportadores, cuyos productos se encarecen en mercados extranjeros cuando el peso es fuerte. Esto dificulta la competencia internacional y desalienta la orientación productiva hacia las exportaciones.
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Moreno Brid también destaca cómo las familias que reciben remesas en dólares son afectadas por la apreciación del peso, ya que el valor de las remesas disminuye.
El profesor subraya las diferencias con países como China, Japón y Alemania, cuyas monedas fuertes están asociadas a la competitividad en la producción. En el caso de México, la entrada de dólares no ha mejorado la balanza comercial ni impulsado la creación de empleos.
Moreno Brid hace un llamado a repensar la política monetaria y fiscal del país, priorizando un enfoque de desarrollo sostenible y equitativo.
Sugiere ajustes en la política cambiaria y fortalecimiento de la banca de desarrollo para apoyar tanto proyectos privados como públicos. Si bien no se vislumbra una crisis cambiaria a corto plazo, es crucial revisar el modelo económico actual que ha mostrado ineficiencia en abordar la desigualdad y pobreza del país.