Se trata de unir esfuerzos para evitar la destrucción en la Gran Selva Maya: Patricia Orantes
La ministra de Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala, señaló este martes en Aristegui en Vivo la importancia del histórico acuerdo entre México, Guatemala y Belice para preservar 5.7 millones de hectáreas a través de la creación de un nuevo Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya (CBGSM).

Patricia Orantes, ministra de Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala, señaló este martes en Aristegui en Vivo la importancia del histórico acuerdo entre México, Guatemala y Belice para preservar 5.7 millones de hectáreas a través de la creación de un nuevo Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya (CBGSM).
La preservación de la biodiversidad en la segunda selva tropical más grande del mundo es, a partir de la reciente firma del Acuerdo de Calakmul, una prioridad para los tres países que unirán esfuerzos para hacer frente a los desafíos que presenta la región como la deforestación, tala ilegal, tráfico de especies e incendios forestales, entre otros riesgos.
¿Qué alcance tiene este acuerdo?
La creación del Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya a partir del acuerdo trilateral alcanzado por la presidenta Claudia Sheinbaum con su homólogo guatemalteco Bernardo Arévalo de León y el primer ministro de Belice, Juan Antonio Briceño, es de alance histórico.
“La selva maya es el segundo bosque tropical más grande después de la Amazonía en el continente y está bajo tremendas amenazas de destrucción, de extractivismo, de ganadería absolutamente insostenible, de tráfico de especies en peligro de extinción, de avance insostenible de monocultivos, de agricultura.
Lo que estamos haciendo aquí es unir, es reconocer que tenemos que unir esfuerzo los tres países, pero también invitar a otros sectores, las comunidades, las asociaciones, las cooperativas, el sector privado, para juntos evitar esta destrucción y mantenerla como lo que es, que es un enorme macizo de bosque que genera enormes beneficios para los más de dos millones de beliseños, guatemaltecos y mexicanos que viven ahí.
Orantes precisó que en Guatemala existe una reserva de biosfera maya de 2.1 millones de hectáreas y otro bloque de áreas protegidas en el sur de Peten; sin embargo, detalló que el norte de esta misma región ha sido históricamente desatendida por el Estado guatemalteco y es acosada por el crimen organizado.
La funcionaria guatemalteca también resaltó que en la parte este de la reserva de biosfera maya se ha implementado un ejemplar modelo de forestería comunitaria en tierras públicas, dada en concesión a 14 comunidades, donde dos empresas han mantenido la integridad de la selva maya y han generado 63 millones de dólares en los últimos 12 años, 2.5 millones de jornales para las comunidades, lo que demuestra que el modelo comunitario de conservación es un modelo exitoso.
“Previo a esta firma, el presidente Arevalo tuvo una reunión bilateral con la presidenta Claudia Sheinbaum y en esa bilateral se discutieron dos cosas muy importantes que propician también la conservación de la selva.
“Uno, es una agenda de seguridad democrática con respecto a los derechos humanos en el área fronteriza; y dos, es una agenda que les compromete, nos compromete a trabajar por una migración, una movilidad humana regulada, digna, segura. Y ambas cosas requieren mucha más presencia del Estado en esta parte de la selva y eso asimismo facilita que las agencias de conservación ambiental y de áreas protegidas puedan hacer su labor, porque ahorita es un área relativamente peligrosa”.
Orantes señaló que una de las decisiones del presidente Arévalo fue acabar con 40 años de explotación petrolera dentro de la reserva de biosfera maya.
Hoy lo que era las 10 mil hectáreas donde estaba el Pozo Shang, el pozo petrolero más grande de Guatemala, es casa de una fuerza de tarea multi-institucional desde donde esperamos empezar a recuperar esa parte de la selva maya que ha estado muy golpeada por toda la ilegalidad y eso pues nos da mucha alegría.
¿Qué iniciativas se están llevando a cabo?
Patricia Orantes detalló los acuerdos, planes a acción, que se estarán llevando a cabo con la participación de las comunidades, iniciativa privada y gobierno a partir de la creación del Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya (CBGSM).
Recibimos un mandato a través de la declaración de Calakmul por la Gran Selva Maya, las autoridades ambientales y áreas protegidas de los tres países recibimos un mandato de los tres presidentes de reunirnos a la brevedad y de elaborar un plan de acción con su plan de inversiones.
“Lo que dibujaron los presidentes es una visión a futuro y estamos dando ya los primeros pasos, ha habido un aumento, un fortalecimiento de capacidades presupuestarias e institucionales de toda la agenda ambiental en Guatemala, desde el inicio del gobierno de Arévalo y queremos incorporar al sector privado y a la cooperación internacional y a las comunidades, a las ONG ambientales que han estado en la selva maya por mucho tiempo con muy poco apoyo político y este es el momento que con ese apoyo político y ese espaldarazo de unir fuerzas, hay yo diría mucha buena voluntad, hay un sector privado cada vez más interesado en poder desarrollar modelos verdes reales, no greenwashing, no lavados de cara verde, es decir el ambientalismo como una careta”.
Una joya ecológica
La entrevistada habló del potencial de la región para desarrollar una intensa actividad económica, siempre con el máximo respeto a la naturaleza, a través del ecoturismo de alta y baja gama; además del desarrollo de biotecnología a partir de la bioinvestigación.
Creemos que la selva maya es un espacio donde podemos generar desarrollo territorial inclusivo con decisiones tomadas desde las comunidades, desde asociaciones cooperativas, que ellas tengan un poder de voz muy fuerte, pero que con capital privado, con capital público, podamos desarrollar ecoturismo de amplia gama, de una gama alta y de una gama baja.
“Podamos desarrollar bioinvestigación para la biotecnología. Aquí hay alrededor de 7000 especies, nomás de las identificadas, que dan para desarrollar mucho, mucha biotecnología, entonces hay mucha oportunidad económica que tiene que ir de la mano, esa es la belleza del modelo, con mantener la integridad de la selva, de los ecosistemas, de mantener el agua y, al mismo tiempo, generar beneficios socioeconómicos para la gente que allí vive”.

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