Desechan amparo contra incomunicación de Zhenli Ye Gon

Un juzgado federal desechó por #indudable improcedencia” un juicio de amparo promovido por el empresario mexicano de origen chino, Zhenli Ye Gon, contra presuntos actos de “incomunicación” que habría sufrido este año en el interior del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso), Altiplano.

La sentencia fue dictada por la Jueza Primera de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México, Abigail Ocampo Álvarez, tras considerar que la defensa del imputado no agotó los mecanismos previstos en la Ley Nacional de Ejecución Penal antes de presentar un juicio de amparo.

Preso en el citado penal desde 2016 cuando fue extraditado a México por Estados Unidos, la defensa de Ye Gon argumentó el pasado mes de marzo que no se le permitió tener comunicación con su abogado defensor cuando él lo solicitó, por lo que denunció una supuesta incomunicación.

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Al resolver el amparo  de Zhenli Ye Gon, la juzgadora federal consideró que la defensa del empresario debió agotar primero la vía administrativa y los mecanismos de queja previstos en leyes de ejecución penal antes de acudir a la presentación de un juicio de amparo.

Además, se señala que la defensa del imputado no presentó elementos que permitan acreditar su dicho en el sentido de que las autoridades penitenciarias le negaron el acceso a la zona de locutorios, por lo que no pudo demostrar la negativa a su petición.

“Si en el caso, el acto reclamado consiste en no permitirle a la persona quejosa tener comunicación con su defensora particular y el acceso a locutorio, se traduce en una cuestión de internamiento; por lo cual como se señaló, se acredita de modo manifiesto e indudable la causal de improcedencia contemplada en el artículo 61 fracción XX, en relación con el numeral 113 de la Ley de Amparo, lo que permite desechar de plano la demanda de amparo”, señala el resolutivo.

Desde la entrada en vigor de las leyes en materia de ejecución penal, los amparos contra actos de las autoridades penitenciarias como traslados o la supuesta incomunicación son desechados casi de forma sistemática, ya que la norma prevé que este tipo de quejas sean atendidas por los jueces de ejecución penal.

El empresario mexicano Zhenli Ye Gon  fue condenado por lavado de dinero luego de que el 15 de marzo del 2007 se incautaran 205 millones de dólares estadounidenses en una residencia que estaba a su nombre, la cual fue confiscada y vendida mientras se encontraba en Estados Unidos.