¿Make America great again, again? Futuro de Trump y del Trumpismo | Artículo
El Trumpismo es un ecosistema que trascenderá a Donald Trump y que amenaza a la democracia estadounidense. Joe Biden y los demócratas tienen el reto de descarrilarlo.

Antonio Salgado Borge
¿Podrá Donald Trump perpetuarse en el poder? Considerando los antecedentes en Estados Unidos, es sorprendente que ésta sea una pregunta relevante. La duda no es si Trump quiere quedarse en la presidencia a la mala o si lo está intentando, sino si estos intentos le serán suficientes para lograrlo.
Hay al menos tres formas como Trump podría llegar a perpetuarse. Vale la pena revisarlas con el fin de determinar si alguna de éstas es plausible y, por ende, relevante.
A la fuerza
La forma más radical para perpetuarse en el poder es la de un “autogolpe”. Por fortuna, la materialización de esta posibilidad es sumamente remota. De acuerdo con testimonios de militares recabados por periódicos como The New York Times y The Financial Times, en caso de verse confrontados con el dilema de dar su lealtad al presidente o a la Constitución, las jerarquías militares optarían por la Constitución.
Trump tampoco parece contar con el apoyo necesario en los estados para imponer miembros del colegio electoral en sustitución de los que se deriven de las elecciones a través de los congresos locales. De acuerdo con The New York Times, Trump habría planteado esta artimaña legal directamente a sus principales asesores. Sin embargo, a diferencia de lo que ha ocurrido con los senadores republicanos, secretarios de estado locales y legisladores de gobiernos de ese partido no han comprado esta posibilidad y parecen dispuestos a reconocer el claro triunfo de Joe Biden.
Finalmente, Trump tampoco podrá revertir los resultados electorales por la vía de impugnaciones legales. Una y otra vez, las supuestas pruebas a las que han aludido el presidente y sus aliados han sido expuestas como castillos en el aire. Por ejemplo, en un comunicado, funcionarios electorales de distintas entidades afirman que no sólo no hay irregularidades cibernéticas importantes, sino que esta ha sido la elección más segura en ese sentido en la historia de Estados Unidos. Los propios asesores de Trump dicen en privado que no cuentan con evidencias para revertir el resultado y que el presidente ni siquiera tiene una estratega unificada para hacerlo.
¿Trump 2024?
Es prácticamente un hecho que Donald Trump dormirá fuera de la Casa Blanca a partir del 20 de enero. Eso no significa, sin embargo, que Estados Unidos se haya librado de una presidencia trumpista.
Aunque el futuro del todavía presidente está en el aire, éste ha dicho a sus cercanos que apenas termine su mandato, empezará a construir su camino a la presidencia rumbo a 2024. En este sentido, la rabieta postelectoral del actual presidente y sus acusaciones sin evidencias de que la elección fue un “fraude” o de que estuvo “arreglada” buscan posicionarle de una buena vez como la opción natural del Partido Republicano para competir por ese puesto dentro de cuatro años.
Una idea que flota en el aire, relacionada con la anterior, es la posibilidad de que Trump funde o invierta en alguna cadena de televisión conservadora para competir con Fox News. Recordemos que esta cadena, en un inesperado suspiro de decencia, no ha vendido las mentiras del presidente sobre un supuesto fraude electoral este año. La idea de Trump aquí sería doble: por principio de cuentas, claro está, esto podría ser un gran negocio. Pero una posible Trump TV también daría una plataforma al presidente para mantenerse vigente por cuatro años. Desde luego, si no llegase a tener su canal, en una más de sus maromas retóricas, Trump podría terminar con un espacio dentro de la programación de Fox News.
Donald Trump sueña con aparecer en la boleta electoral de 2024 y se prepara para lograrlo. Sin embargo, hay elementos para defender que es muy probable que fracase. Por principio de cuentas, una posibilidad muy real es que Trump termine por hundirse en el fango sobre el que ha construido su carrera. Y es que existen demandas abiertas, incluso algunas a nivel estatal, que segarán su curso cuando haya concluido su período como presidente. Una vez fuera de la Casa Blanca, el actual presidente será extraordinariamente vulnerable
Además, si los demócratas ganan en enero las dos “revanchas” de campañas por el Senado en Georgia, Trump tendría que enfrentarse a las investigaciones de un Congreso dominado por ese partido. Uno de los asuntos que más se le reclama a Barack Obama es haber preferido mirar hacia adelante en lugar de buscar justicia ante crímenes del pasado -incluyendo los de la crisis financiera de 2008-. Muchos demócratas, incluyendo a Joe Biden, son conscientes que dejar con vida a estos individuos u organizaciones les permitió reacomodarse y mantener su influencia. Si el Partido Demócrata aprendió de sus errores del pasado, no dejarán pasar la oportunidad de proceder legalmente contra Trump o su corte.
A ello hay que sumar que, aunque no puede ser explícita en este momento, una traición sutil dentro del Partido Republicano no sorprendería a nadie. Y es que la presencia de Trump puede ser incómoda para el actual vicepresidente Mike Pence, la figura mejor posicionada después de Trump para buscar la candidatura de ese partido en 2024. Pence y su grupo se verían evidentemente beneficiados de ver a Trump imposibilitado de competir dentro de cuatro años, situación que podría terminar de alinear los astros en contra del actual presidente estadounidense.
El futuro del Trumpismo
Trump no podrá perpetuarse en el poder a la fuerza. Tampoco es fácil que el actual presidente logre aparecer en la boleta electoral en 2024, como sueña desde ahora. En este sentido, con su elección presidencial de este año, Estados Unidos habría logrado deshacerse del presidente Trump. Sin embargo, esto no implica que se haya deshecho de una posible presidencia trumpista.
Tanto el trumpismo entendido como forma de hacer política, como la presencia de la estructura de desinformación de la que depende su éxito, tienen el potencial para trascender a Donald Trump.
El acompañamiento de las principales figuras del Partido Republicano a la rabieta de Trump tras su derrota es una muestra del poder que el trumpismo tiene dentro de ese partido. Es bien sabido que, aunque lo desprecian en privado, un buen número de senadores o representantes de ese partido no se atreven a salirse en público de la línea que dicta ese movimiento.
También es cierto que el Trumpismo ya tiene abanderados bien posicionados dentro del Partido Republicano. Ejemplos de ello son Eric Trump -un ícono en la base que apoya a ese presidente-, figuras importantes “conversas” al Trumpismo, como los senadores Ted Cruz y Lindsay Graham o nuevos integrantes que simpatizan abiertamente con el movimiento conspiracionista QAnon.
Este fenómeno hace del Trumpismo dentro del Partido Republicano una suerte de Tea Party en esteroides. Recordemos que el Tea Party infectó a los republicanos durante la presidencia de Barack Obama y los corrió a la derecha. El Trumpismo se ha construido sobre esa base, pero ha tomado formalmente el control casi total de su partido.
Pasemos ahora a la estructura de desinformación de la que depende el éxito del Trumpismo. La derrota de Trump es un respiro, pero no debe confundirnos: las avenidas de desinformación, particularmente las de la alt-right, fueron extraordinariamente exitosas en 2020. Trump fue el segundo candidato presidencial más votado en la historia de Estados Unidos -sólo después de Biden- y la fidelidad a prueba de todo de sus seguidores no se explica sin la burbuja (des)informativa que los encapsula.
A través de esta estructura, el trumpismo ha podido posicionar la idea de que el sistema de votos por máquina “borró” 2.7 millones de votos para Trump, que más gente de la registrada votó en estados como Wisconsin, que boletas marcadas a favor de Biden aparecieron “mágicamente” o que boletas a favor de Trump aparecieron en basureros. Aunque las ideas anteriores han sido probadas todas falsas, éstas siguen siendo replicadas, incluso por el propio presidente estadounidense.
El éxito de esta estructura -que se extiende incluso a países como México- es evidente. El grupo de Facebook Stop the steal (Detengan el Robo) acumuló cientos de miles de seguidores, y fue uno de los de más rápido crecimiento en la historia de esa red social -100 nuevos miembros cada 10 segundos- antes de ser eliminado por Facebook.
La intervención, tibia y tardía de las principales redes sociales ha sido claramente insuficiente para detener este fenómeno. No sólo la desinformación continúa pululando en estos espacios, sino que sus acciones han generado una migración sin precedentes a redes que, con el pretexto de defender la libertad de expresión, permiten todo tipo de contenido.
Conclusión
Donald Trump se despedirá de la Casa Blanca en enero y es difícil que su nombre aparezca en las boletas electorales en 2024. Sin embargo, el Trumpismo es un ecosistema que trascenderá a Donald Trump y que amenaza la democracia estadounidense. Joe Biden y los Demócratas tienen, en consecuencia, el reto y la responsabilidad de descarrilarlo.
Para ello, el nuevo presidente deberá tender puentes con legisladoras y legisladores del Partido Republicano que se oponen en privado al Trumpismo o que se beneficiarían políticamente de acuerdos que terminen limitándolo. Pero también deberá establecer controles y candados que permitan eliminar la creación de burbujas informativas en las redes sociales
Dada su experiencia, y considerando que la construcción de acuerdos es su especialidad, Biden es perfectamente capaz tender puentes con rivales políticos y, por fortuna, las personas cercanas al presidente electo han comentado en entrevistas recientes que las burbujas informativas son una de sus prioridades. Si serán exitosos en sus esfuerzos, está por verse. En juego está el futuro del Trumpismo y, por ende, de la democracia estadounidense.
Fuentes:
1. https://www.ft.com/content/16653c81-ce8e-4ec7-b17b-6507b74f871d
2.https://www.theguardian.com/us-news/2020/nov/11/can-donald-trump-stay-in-office-second-term-president-coup
3. https://www.theguardian.com/us-news/2020/nov/11/donald-trump-loser-president
4. https://www.vox.com/2020/11/11/21559082/trump-dispute-election-fraud-electors
5. https://www.nytimes.com/live/2020/11/12/us/joe-biden-trump/election-officials-directly-contradict-trump-on-voting-system-fraud
6. https://www.ft.com/content/14a69082-1e42-4c02-8319-f3750690c8c8
7. https://www.newstatesman.com/world/2020/11/how-qanon-conspiracy-theorists-marjorie-taylor-greene-lauren-boebert-trump-alt-right-entered-us-congress
8.https://www.motherjones.com/2020-elections/2020/11/is-this-a-coup-we-asked-a-variety-of-humane-thoughtful-people-and-also-henry-kissinger/

Contenido relacionado
