Sacar a mujeres trans del baño es discriminación: presidenta Copred
Geraldina González de la Vega aseguró que “la representación de las mujeres trans como una amenaza ha sido una herramienta para excluirlas y justificar las violencias que viven”.

“La representación de las mujeres trans como una amenaza ha sido una herramienta para excluirlas y justificar las violencias que viven“. Así lo expresó Geraldina González de la Vega, presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar laDiscriminación de la Ciudad de México, en medio de la polémica desatada por el video de una mujer trans que fue sacada de los baños para mujeres en la Cineteca Nacional de México.
Este hecho ya provocó que el espacio cultural dedicado al cine emitiera una disculpa pública, catalogando el acto como uno de “intolerancia“.
No obstante, políticos conservadores como Lilly Téllez expresaron abiertamente comentarios en contra de que las personas trans puedan utilizar los baños que correspondan a su identidad de género.
Una de las principales críticas a que las mujeres trans usen el baño de mujeres –y que se extrapola a los baños neutros– es que esto provocaría mayor acoso y abuso sexual en contra de las usuarias cisgénero.
Sin embargo, el estudio publicado llamado Gender Identity Nondiscrimination Laws in Public Accommodations:a Review of Evidence Regarding Safety and Privacy in Public Restrooms, Locker Rooms, and Changing Rooms publicado en 2018 muestra que no hay una relación directa entre los baños neutros y la violencia contra la mujer.

Foto: Rosemary Ketchum vía Pexels
“Este estudio provee evidencia de que los miedos a mayores violaciones a la seguridad y privacidad como resultado de leyes no discriminatorias [en relación a baños neutros] no tienen fundamentos empíricos“, señalan los autores.
Alejandro Rodríguez Navarro, de la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, escribió en Revista Cámara que el argumento de que los baños género neutro son dañinos para la mujer “es usado la mayoría de las veces en mala fe para tachar a las mujeres trans como violadoras o violentas.
Según el autor, relacionar la violencia sexual con las mujeres trans y el uso de baños neutros “se usa para defender una transfobia y esencialismo biológico donde se piensa que las mujeres trans, por haber ‘nacido’ hombres, van a aprovechar los baños neutros para acosar”.
“La única función de este argumento es quitar un espacio necesario para el reconocimiento de las personas que se encuentran fuera de la dicotomía de género y colocar en peligro a estas personas”, concluye.
Regresando a la publicación de Geraldina González de la Vega, la abogada señala que es necesaria una reflexión sobre los baños “desde miradas no excluyentes, no binarias y que respeten la identidad de género. Y claro, la seguridad. Pero esta no se pone en peligro porque una mujer trans entre a hacer pipí. La inseguridad está en otros lados y otros actores”.
Las mujeres trans son mujeres y si entran al baño, es para usarlo. La representación de las mujeres trans como una amenaza ha sido una herramienta para excluirlas y justificar las violencias que viven.
Impedirles el acceso a un baño o sacarlas con violencia es discriminación.— Geraldina González de la Vega🪶 (@Geraldina_GV) September 14, 2023
Los efectos de la exclusión en los baños
En México, el 51% de las personas trans y no binarias ha vivido experiencias en donde les han impedido la entrada al baño acorde a su identidad de género, de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Discriminación por motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género (ENDOSIG, 2018) realizada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED).
En 2016, la encuesta más grande aplicada a la comunidad trans en Estados Unidos mostró que más de la mitad de las personas cuya identidad de género no corresponde con el asignado al nacer se abstiene de utilizar baños afuera de su casa por miedo a ser confrontados y/o discriminados.
Además, según el estudio I don’t think you belong in here: The impact of gender segregated bathrooms on the safety, health, and equality of transgender people, publicado en 2021, las personas trans viven experiencias negativas en los baños que corresponden a su género. Por ejemplo:
– Que se les impidiera entrar el acceso a un baño.
– Ser acosadas verbalmente, atacadas físicamente y/o agredidas sexualmente al acceder o mientras usaban un baño.

Foto: Oriel Frankie Ashcroft vía Pexels
De acuerdo con la publicación académica, de una muestra amplia (n = 27 mil 715) de personas transgénero, al 24% de los encuestados que sí usaron un baño público les preguntaron o dijeron que estaban usando el baño equivocado.
Al 9% se les había impedido entrar o se les había negado el acceso a un baño, y el 12% había sido acosado verbalmente, atacado físicamente y/o agredido sexualmente al acceder o mientras usaban un baño. En general, el 26% de todos los encuestados había experimentado algún tipo de experiencia negativa al acceder a un baño.
El estudio informa que las experiencias negativas de las personas transgénero en baños segregados por género pueden tener un impacto significativo en su bienestar emocional y vida diaria.
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Los participantes informaron que se veían involucrados en numerosos conflictos, evitaban lugares que requerían el uso de baños públicos, limitaban sus opciones de vida y experimentaban una hipervigilancia emocional.

Foto: Archivo Reuters
Los costos a largo plazo pueden acumularse, lo que significa que los participantes tenían que considerar constantemente si estaban lo suficientemente seguros como para potencialmente revelar su identidad al ir al baño, si tenían la energía emocional para lidiar con los comentarios o posibles acosos que podrían encontrar, y si esos costos valían la pena en comparación con el beneficio de no aguantar hasta llegar a casa, no salir en absoluto o, en un caso, no revelar su identidad en el trabajo.

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