Israel aprueba plan en Cisjordania que ‘entierra la idea de un Estado palestino’, según ministro
‘Esto es el sionismo en su máxima expresión: construir, asentar y fortalecer nuestra soberanía en la Tierra de Israel’, dijo el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich.

El ministro de Finanzas de Israel, el ultraderechista Bezalel Smotrich, anunció la noche del miércoles la aprobación de un plan para construir más de 3,000 nuevas viviendas como parte del controvertido proyecto para conectar Jerusalén Este con el asentamiento de Maale Adumim y aislarlo del resto del territorio palestino en Cisjordania, bajo ocupación israelí desde 1967.
“La aprobación de los planes de construcción en [el área] E1 entierra la idea de un Estado palestino y da continuidad a las numerosas acciones que impulsamos sobre el terreno como parte del plan de soberanía de facto iniciado con la formación del Gobierno”, señaló en declaraciones recogidas por la agencia de noticias estatal.
La iniciativa promete 3,515 viviendas adicionales al barrio Tzipor Midbar en Maale Adumim, lo que eleva a 6,916 el total de viviendas destinadas exclusivamente a población judía.
Con este plan, el ministro ultranacionalista espera duplicar la población de este asentamiento con aproximadamente 35,000 nuevos residentes previstos en los próximos años.
Smotrich defendió que “tras décadas de presión internacional […], rompimos las convenciones y conectamos Maale Adumim con Jerusalén”.
“Esto es el sionismo en su máxima expresión: construir, asentar y fortalecer nuestra soberanía en la Tierra de Israel”, agregó, aludiendo a que el proyecto rompería definitivamente la continuidad territorial entre la parte palestina de Jerusalén y Cisjordania.
Maale Adumim es un gran asentamiento israelí ubicado en Cisjordania, al este de Jerusalén, a unos 7 kilómetros del límite municipal de la ciudad.
Se encuentra dentro del territorio ocupado por Israel desde 1967, y está en la zona conocida como E1, un área altamente controvertida porque su urbanización rompería la continuidad territorial entre Jerusalén Este (de mayoría palestina) y el resto de Cisjordania. Esto dificultaría o imposibilitaría la creación de un Estado palestino viable con Jerusalén Este como capital.
Asimismo, de acometerse el plan, sería un paso hacia la división norte-sur de Cisjordania. Grupos de Derechos Humanos y miembros de la comunidad beduina han criticado durante años estos planes y denunciaron que la expulsión desplazaría a los indígenas palestinos, en lo que consideran una violación del Derecho Internacional que considera un crimen de guerra la colonización de cualquier zona bajo ocupación militar.
No estaba claro si el primer ministro Benjamín Netanyahu apoyaba la iniciativa para reactivar el plan E1, congelado desde hace tiempo, que según los palestinos y las potencias mundiales partiría Cisjordania en dos y probablemente provocaría la ira internacional.
Israel había congelado los planes de construcción en esa área en 2012 debido a las objeciones de Estados Unidos, los aliados europeos y otras naciones, que consideraban el proyecto una amenaza para cualquier futuro acuerdo de paz con los palestinos.
(Con información de Europa Press, Reuters y Aristegui Noticias)

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