No solo son lluvias, es el cambio climático | Artículo de David Ordaz
América Latina y el Caribe enfrentan un desafío importante dada su vulnerabilidad a los impactos del cambio climático, por lo cual, se deben experimentar transformaciones estructurales en busca de un mayor crecimiento económico.

Por David Ordaz
En años recientes, las noticias alrededor del mundo giran en torno a fuertes lluvias, grandes inundaciones, poderosos tornados, incendios, terremotos, etc. El cambio climático es un hecho irrefutable a pesar de lo que opinan nefastos personajes como Donald Trump.
Solo ayer, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el punto de interconexión más grande del país suspendió operaciones por las intensas lluvias y tormentas eléctricas que impactaron a la capital, eso sin mencionar decenas de colonias anegadas, sobre todo en vías principales, afectando a miles.
Obviamente, no solo es la ciudad, gran parte del territorio nacional se ha visto afectado por los fenómenos naturales.
A nivel mundial, la 29.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, (COP29) reunió a delegados de casi todos los países para negociar objetivos globales y planes para combatir el cambio climático, enfocado en temas como la financiación para ayudar a los países en desarrollo a mitigar el cambio climático y hacer la transición a energías más limpias.
Es muy cierto que las acciones que el ser humano realiza en contra del equilibrio en la naturaleza son una grave amenaza para el planeta, por lo cual, expertos calculan que de continuar aumentando al ritmo actual, el calentamiento global alcanzará a 1.5 °C más entre el año 2030 y el 2050, impactando a la biodiversidad y los ecosistemas, entre ellos las especies animales y vegetales.
La deforestación, el desarrollo agrícola y el cambio climático son agentes causantes del incremento en enfermedades transmitidas.
A finales de 2020, los gobiernos del G20 habían comprometido 233,000 millones de dólares para respaldar la producción y el consumo de combustibles fósiles en comparación con los 146,000 millones de dólares para respaldar alternativas de energía y transporte descarbonizadas.
En el informe mundial ‘FuturBrand Index 2022’, se revela que el cambio climático y los recursos finitos son ahora, tres años después de que comenzara la pandemia, la principal amenaza y la que más puede afectar a las empresas.
Te puede interesar>Los plásticos son una amenaza para la salud no reconocida lo suficiente, alertan expertos
Los resultados de informe sugieren la necesidad de reevaluar las métricas y factores que convierten a una compañía en sostenible a través de su comportamiento social, ambiental y de buen gobierno, sin descuidar los aspectos financieros. De hecho, la firme sobre energía limpia NextEra Energy ocupa el primer puesto del estudio, seguida de Reliance Industries y CATL, el especialista en innovación para baterías eléctricas.
Por su parte, en el estudio: ‘Una región, un compromiso. Hacia una recuperación sostenible en América Latina y el Caribe’, realizado por el BID, explica que la región enfrenta actualmente un desafío importante dada su vulnerabilidad a los impactos del cambio climático, por lo cual, se deben experimentar transformaciones estructurales en busca de un mayor crecimiento económico.
La acción climática es un motor del desarrollo urbano donde la descarbonización de las ciudades puede verse como una oportunidad para obtener ganancias económicas a través de inversiones en planificación del uso del suelo, sistemas de transporte y movilidad, y eficiencia en energía, agua, residuos y edificios.
América Latina y el Caribe posee el 40% de la biodiversidad mundial, contiene siete de los 25 puntos críticos de biodiversidad, más del 30% del agua dulce global disponible y casi el 50% de los bosques tropicales del mundo.
En la región Latam, el 81% de la población vive en áreas urbanas, de las cuales el 76% representa la demanda de energía, concentran la infraestructura esencial para el desarrollo económico y social y mantiene el mayor potencial de generación de empleo debido a la transformación hacia una economía circular que, se estima que podría crear 10 millones de nuevos empleos en la región para el año 2030 mediante el reciclaje de plástico, vidrio, madera, metales y minerales.
Las empresas serán un elemento clave para impulsar una recuperación sostenible y un futuro más verde e inclusivo.
Recientemente se publicó la novena edición del informe Energías renovables y empleos: Revisión anual 2022, producida por la Agencia Internacional de Energías Renovables en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo, donde se revela que en 2021, el sector de las energías renovables alcanzó 12.7 millones de empleos, un aumento de 700,000 nuevos puestos de trabajo.
El informe revela que cada vez son más los países que crean empleo en las energías renovables, sin embargo, China por sí sola representa el 42% del total global, seguida de la Unión Europea y Brasil en América Latina con 10% y Estados Unidos e India con 7%, respectivamente.
Te puede interesar>Tratado Global de Plásticos entra en su ronda final: oportunidad histórica para poner fin a la era de la contaminación
EL FACTOR MÉXICO
De acuerdo con el gobierno de México, el cambio climático potencia los problemas sociales, económicos y ambientales existentes, tales como la pobreza, desigualdad social, escasez de alimentos, deterioro de la salud de la población y la degradación y pérdida de los recursos naturales.
A través de la Ley General de Cambio Climático, se busca promover atribuciones a municipios y la Federación para coordinar acciones, mejorar la transparencia e incluir atlas de riesgo.
Dentro de las acciones de adaptación en México para el cambio climático, se presentaron instrumentos económicos para enfrentar el fenómeno, tales como, el financiamiento de proyectos sustentables, de energía eléctrica, bonos verdes, Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, Certificados de Energía Limpia, subastas de energía eléctrica y mercado de carbono.
Hoy está al frente Claudia Sheinbaum, quien ha dedicado gran parte de su vida al cambio climático. Tiene una maestría en economía en el uso eficiente de energía eléctrica y es la primera mujer en obtener el grado de doctora en ingeniería energética por la UNAM con investigaciones sobre emisiones de gases de efecto invernadero en energía e industria.
Durante su gobierno en la Ciudad de México, implementó el programa “Ambiental y de Cambio Climático“, logrando importantes avances en la reducción de emisiones de dióxido de carbono.
A su llegada a la presidencia, se comprometió a impulsar las energías renovables, con el objetivo de que representen el 45% de la generación eléctrica para 2030.
LAS EMPRESAS FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO
La ONU estima que el costo anual de los desastres naturales ronda entre 250,000 y 300,000 millones de dólares, frenando el progreso de millones de personas. Ante ello, las empresas contribuyen al desarrollo económico y su actividad tiene un efecto directo sobre el entorno y el medio ambiente.
La Agenda 2030 cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que incluyen, entre otros, la lucha para frenar el cambio climático, la defensa del medio ambiente o el diseño de las ciudades. Muchas empresas ya han sopesado riesgos y oportunidades que supone responder ante este problema y han incorporado a su propósito la sostenibilidad.
Hay oportunidades para las empresas que deseen ejercer un papel activo en el desarrollo de productos y servicios. El informe: “Climate Group: Sin deudas: el crecimiento de la economía con bajos niveles de emisión de carbono”, indica que el valor de mercado de las 85 mayores empresas de energías renovables alcanzó los 200,000 millones de dólares en 2020.
Te puede interesar>Se inunda Zócalo por intensas lluvias y conductores varados en bajo puente
EL RETO DEL AGUA
El más reciente informe de Planet Tracker sobre la escasez de agua derivado del cambio climático, revela que las instituciones financieras se han centrado en cuatro sectores: petróleo y gas, servicios eléctricos, carbón y metales y minería, las cuales están expuestas a riesgos significativos ante la escasez y contaminación del suministro de agua.
El informe encontró que 13,500 millones de dólares en activos ya están bloqueados y otros 2,000 millones de dólares están en riesgo debido a problemas de agua. Entre los proyectos que se incluyen están, el oleoducto Keystone en Canadá, la mina de oro Pascua-Lama, ubicado entre Chile y Argentina, la mina de carbón Adani en Australia y la instalación nuclear de Oyster Creek en EUA.
Las Naciones Unidas pronostican un déficit global del 40% en el suministro de agua para 2030 según las tendencias actuales.

Contenido relacionado
