Argentina: El dengue hace estragos y el Estado, ausente
El Gobierno de Javier Milei ha sido objeto de crecientes críticas por su inacción frente a la epidemia de dengue, la peor que ha registrado el país. Más de 230,000 personas se han infectado y 161 han muerto a causa de la enfermedad transmitida por mosquitos desde principios de año. Y en este contexto, la escasez de repelente de mosquitos revela las fallas de una política de salud dejada a la mano invisible del mercado.
Radio France Internationale.- En la puerta de vidrio de esta farmacia en el centro de Buenos Aires, un letrero anuncia el color en mayúsculas: no hay repelente de mosquitos. “No tenemos ninguno, no hay forma de conseguirlo. Trabajamos con tres proveedores, y ninguno de los tres ha tenido uno durante más de un mes”, cuenta Eloy Garnica, el gerente.
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Garnica está indignado por la pasividad del Gobierno ante la actual epidemia de dengue y la falta de campaña de prevención. “No tenemos ninguna información. El otro día escuché al ministro de Salud y me avergoncé de lo que escuché”, comenta.
Las provincias están tomando medidas
La semana pasada, el Ministerio de Salud se limitó a sugerir a los argentinos que eviten los pantalones cortos y las mangas cortas para protegerse de los mosquitos. El Gobierno también ha levantado los impuestos a la importación de repelente para hacer frente a la escasez, pero para Sara, que está recorriendo las tiendas en busca de repelente, no es suficiente.
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“Para mí, el Estado debería estar más presente. Los hospitales están saturados, vas a urgencias, te hacen esperar cinco horas y te mandan a casa. El Gobierno no hace nada, parece que no les importa”, lamenta.
El Gobierno también se niega a incluir en la estrategia nacional de vacunación el suero del laboratorio Takeda, que ha sido aprobado por la autoridad sanitaria y utilizado por el vecino Brasil. Ante el vacío dejado por el Estado, algunas provincias argentinas han adquirido dosis y han comenzado a distribuirlas de forma gratuita.