Sergio Moro defiende decisión de aceptar ser ministro de Justicia en Brasil

 El juez brasileño Sergio Moro, quien condenó al expresidente Luiz Inacio Lula da Silva y fue designado próximo ministro de Justicia del gobierno del presidente electo Jair Bolsonaro, negó este martes irregularidades en sus decisiones, que generaron polémica en el país sudamericano.

“Lo que existe fue un crimen que fue descubierto, investigado y probado, y las cortes solo cumplieron la ley”, aseveró Moro, uno de los magistrados más importantes de la Operación Lava Jato contra la corrupción.

“No puedo decidir mi vida por una coartada falsa de persecución política”, agregó Moro, quien condenó a Lula da Silva por cargos de corrupción y lavado de dinero.

Considerado por parte de la población como un “héroe” por llevar a prisión a Lula da Silva o al expresidente de la Cámara Baja, Eduardo Cunha, entre decenas de políticos y empresarios, Moro es percibido por la izquierda como un magistrado parcial, en especial tras aceptar ser ministro del gobierno de Bolsonaro.

La defensa de Lula da Silva, encarcelado desde abril e inhabilitado políticamente cuando lideraba las encuestas para las elecciones presidenciales, recurrió ante la Corte Suprema la sentencia pronunciada por Moro, y argumentó que el magistrado fue parcial en su condena.

“No existe la menor posibilidad de usar el ministerio o la policía para persecución política. No fue hecho durante la Operación Lava Jato”, se defendió Moro, de quien se especula en Brasil que podría optar a una eventual elección presidencial en 2022.

En una rueda de prensa este martes Moro dijo, por otra parte, que quiere poner en marcha una campaña de lucha contra la corrupción en su Ministerio inspirándose de la Lava Jato, iniciada en 2014 y que provocó un terremoto político en el país.

“La corrupción nunca acabará, ni los crímenes. Pero los niveles de corrupción y de crímenes en Brasil son muy altos”, señaló, y defendió la propuesta del presidente electo Bolsonaro de reducir de 18 a 16 la edad de mayoría penal.

“Un adolescente de 16 años tiene plenas condiciones de responder por sus actos”, opinó. (Ntx)