Hallan nueva especie extinta de hormiga preservada en ámbar africano
Los resultados de la investigación obtenidos solo son posibles mediante el uso de tecnología de punta. Dado que el material genético de los fósiles no se puede analizar por su encapsulamiento, los datos precisos y las observaciones sobre la morfología de los especímenes son particularmente importantes.

Científicos internacionales han descubierto una especie de hormiga extinta previamente desconocida encapsulada en una pieza única de ámbar de África.
A través de la fuente de luz de rayos X PETRA III en el Sincrotrón de Electrones Alemán (DESY) en Hamburgo, los investigadores, de la Universidad Friedrich Schiller de Jena, la Universidad de Rennes en Francia, la Universidad de Gdansk en Polonia, así como el Helmholtz-Zentrum Hereon en Geesthacht, Alemania, examinaron los restos fósiles críticos de 13 animales individuales en el ámbar y se dio cuenta de que no podía atribuirse la hormiga a ninguna especie conocida anteriormente.
El nombre con el que los especialistas bautizaron a esta nueva especie y género de hormiga descubierta es, Desyopone aquígen. et sp. nov. En honor a las dos instituciones de investigación involucradas, DESY y Hereon, que contribuyeron, dicen los científicos, significativamente al hallazgo con la ayuda de modernas técnicas de imagen.
Por otro lado, los científicos relatan que la datación del hallazgo también representó algunos desafíos, ya que el ámbar en sí mismo es tan único como los organismos que contiene. Resaltan que, “la pieza con estas hormigas es del único depósito de ámbar en África hasta ahora que ha presentado organismos fósiles en inclusiones. En total, solo hay unos pocos insectos fósiles de este continente. Aunque los lugareños de la región han utilizado durante mucho tiempo el ámbar como joyería, su importancia científica solo ha quedado clara para los investigadores en los últimos 10 años más o menos”.
Por lo tanto, el espécimen dentro del ámbar analizado, ofrece lo que actualmente es una visión única de un antiguo ecosistema forestal en África. Data del Mioceno temprano y tiene entre 16 y 23 millones de años. Su complicada datación solo fue posible indirectamente, al determinar la edad de los palinomorfos fósiles, las esporas y el polen, encerrados en el ámbar.
La Universidad de Jena detalla en su información que fue posible identificar la nueva especie y género a través de la combinación de extensos datos de fenotipo de escaneos y hallazgos recientes de análisis del genoma de hormigas vivas; el equipo ya informó sobre su descubrimiento en la revista de investigación Insects.
Los científicos cuentan que las comparaciones anatómicas iniciales los llevó a plantear la hipótesis de que los insectos eran una especie de Aneuretinae, una subfamilia de hormigas casi extinta conocida hasta ahora solo a través de fósiles y de una sola especie viva de Sri Lanka, una isla ubicada al sur de la India.
La identificación logró ser revisada gracias a las imágenes de alta resolución obtenidas por microtomografía computarizada sincrotrón.
Finalmente la Universidad dijo que los resultados de investigación obtenidos solo son posibles mediante el uso de tecnología de punta. Dado que el material genético de los fósiles no se puede analizar por su encapsulamiento, los datos precisos y las observaciones sobre la morfología de los especímenes son particularmente importantes.
Gracias a dicha tecnología, se pueden obtener datos completos utilizando técnicas de imagen de alta resolución, como la tomografía computarizada (TC) micro, en la que se utilizan rayos X para mirar a través de todas las capas de la muestra.
En conclusión, los investigadores produjeron imágenes tridimensionales detalladas de la estructura interna de las hormigas, que pudieron usar para reconstruir la anatomía con precisión; esta era la única forma de identificar exactamente los detalles que finalmente llevaron a la determinación de la nueva especie y género.

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