El cinismo como política | Artículo

“El presidente prefiere delinear la realidad desde su discurso sustentado en la nada”, escribe Jacobo Dayán.

julio 6, 2020 6:43 am Published by

Joseph Goebbels: “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”

Por Jacobo Dayán

El gobierno pasa de mentir reiteradamente, como lo muestran diversos estudios sobre las afirmaciones que realizan en las mañaneras, a mentir cínicamente.

López Obrador lanzó una serie de frases claramente falsas en el discurso por el segundo año de su triunfo electoral. Pareciera que quiere moldear la realidad con su discurso pero la evidencia es muy clara. Por si faltara algo, la secretaria Sánchez Cordero retomó cínicamente esas mismas mentiras en su cuenta de Twitter.

No, lo que afirmó es falso, en México no hay “respeto a los derechos humanos como nunca”, mucho menos “se eliminó la tortura y otras violaciones a derechos humanos que eran prácticas habituales”, la evidencia diaria muestra que las masacres continúan a pesar de que lo niegue el presidente y la secretaria de gobernación, mucho menos es cierto que “se investigan las violaciones a derechos humanos” y que “se atiende a víctimas de la violencia”, para esto basta ver la debacle de la CEAV.

El colmo del cinismo viene con la afirmación de que “existe un auténtico Estado de derecho” y hay un “combate a la corrupción y la impunidad”, la realidad en cualquier estudio que se elija es que la impunidad en México se mantiene por arriba del 90% de los casos. Poner atención en un puñado de casos no es tener un compromiso por la justicia.

¿Podría el presidente o la secretaria de Gobernación aportar algún dato, el que sea, en el que se muestre claramente que la tasa de impunidad va en claro e importante descenso? ¿Algún dato para demostrar que ya no hay masacres? ¿Alguna evidencia concreta que sustente el dicho de que ya no hay tortura? ¿Alguna política pública seria para atender a las cientos de miles de víctimas que reclaman verdad, justicia y reparación? 

Foto: Andrea Murcia/ Cuartoscuro

Si al presidente le gusta recordar eventos de hace dos años vale la pena recordarle los foros de víctimas que realizó tan pronto resultó electo y que se podrían resumir en el reclamo de “ni perdón ni olvido”, ¿qué ha hecho su gobierno con los resultados de dichos foros que tanto presumieron?

También se podría recordar su compromiso del 8 de mayo en el Museo Memoria y Tolerancia como candidato a la presidencia donde se manifestó a favor de la creación de una gran Comisión de la Verdad Nacional y a  mecanismos extraordinarios de justicia con acompañamiento internacional.

¿Dónde quedó eso? Si estos dos compromisos no le parecen suficientes podemos recordar aquel proceso de construcción de una política de Justicia Transicional que arrancó el 14 de septiembre de 2018 en Tlatelolco y que su gobierno abandonó sin dar explicaciones. Por cierto, la secretaria Sánchez Cordero debe recordarlo bien ya que este proceso se hizo con su equipo y hace tan solo unos meses aceptó que no se ha avanzado absolutamente en nada

El presidente prefiere delinear la realidad desde su discurso sustentado en la nada. Sustentado en falsedades que agreden a las víctimas de la violencia, a las víctimas de la impunidad y a la nación entera. Prefiere el cinismo como política pública. Prefiere dar la espalda a sus compromisos y darle la espalda a la realidad. Prefiere repetir mil veces miles de mentiras. México es un país en el que funcionarios del más alto nivel pueden mentir burdamente sin repercusión alguna.

Vale la pena recordarle al presidente y a la secretaria Sánchez Cordero una frase de Abraham Lincoln: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”. 

 

 

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