¿Proviene del espacio la vida en la Tierra?
Una nueva investigación, llevada a cabo por científicos japoneses, ha demostrado que ciertas bacterias pueden sobrevivir a las condiciones del espacio exterior.

Por Julio García G. / Periodista de ciencia
Desde tiempos inmemoriales, algunos filósofos como el griego Anaxágoras (siglo V a.C), han propuesto que el origen de la vida en la Tierra proviene de sitios distantes.
A esta idea, llamada panspermia, se le empezó a considerar como una hipótesis científica seria a partir de los trabajos realizados por el químico sueco Svante Arrehenius (1859-1927). Posteriormente fue retomada por Fred Hoyle y Chandra Wickramsinghe, quienes en 1974 propusieron que parte del polvo que se encuentra en el espacio interestelar tiene un origen orgánico, dado que contiene carbono, un elemento químico esencial para el surgimiento de la vida.
El 7 de noviembre de 2009, el físico Stephen Hawking respaldó esta hipótesis en el Symposium Origins al decir que “la vida podría extenderse de un planeta a otro o desde sistema estelar a sistema estelar, transportada por meteoros”.
Sin embargo, ¿hay manera de probar esta hipótesis?, ¿puede existir la vida en sitios inhóspitos o donde menos lo esperamos?
Entre 2008 y 2015 una gran variedad de biomoléculas, microorganismos y esporas fueron deliberadamente expuestas afuera de la Estación Espacial Internacional, tanto a la radiación solar como al vacío del espacio. Esto confirmó que las bacterias y los microorganismos en general sobreviven sin ningún inconveniente.
En 2018, el doctor Akikho Yamagishi y su equipo de la Universidad de Tokio, llevaron a cabo experimentos para buscar la presencia de microbios en la atmósfera terrestre. Mediante una sonda no tripulada y globos, encontraron un grupo de bacterias del tipo Deinococcus flotando a 12 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Se sabe que estas bacterias resisten condiciones adversas como altos niveles de radiación ultravioleta. La pregunta que se planteó el equipo de Akikho fue si las Deinococcus podrían soportar también las condiciones que se presentan en el espacio.
Para responder a esta pregunta, los científicos japoneses llevaron a cabo pruebas para determinar en qué medida la radiación espacial afectaba las colonias de Deinococcus.
El estudio, publicado en agosto de este año, concluyó que estas bacterias pueden resistir las condiciones adversas del espacio por largos periodos de tiempo, siempre y cuando formen agregados. Los agregados son mecanismos biológicos que permiten que las bacterias interactúen entre sí y, una vez en grupo, soportan cualquier condición adversa.
Los científicos demostraron que todos los agregados mayores a 0.5 milímetros sobrevivieron al ambiente espacial. Sus observaciones también sugieren que las bacterias en la superficie de los agregados mueren, aunque previamente crean una barra protectora para que sobrevivan las que se encuentran dentro.
Pese a este importante descubrimiento, la gran interrogante de si la vida en la Tierra provino de otras estrellas, o inclusive de otras galaxias, no tiene respuesta todavía. Menos aún sabemos si existe vida inteligente o no en el universo.
En películas de ciencia ficción como Contacto (1997) e Interestelar (2014), se plantea la posibilidad de que la vida inteligente se manifieste en dimensiones más allá de las cuatro que conocemos y con las que interactuamos (tres de espacio y una de tiempo) y que por ello no podemos tener comunicación con otros seres. Aunque esto es una hipótesis que no tiene base científica, nos hace reflexionar sobre si la vida se puede producir fuera de las condiciones y reglas que consideramos necesarias para que aparezca. Tal es el caso de las bacterias y los microorganismos que han logrado sobrevivir a las adversas condiciones del espacio.
La investigación de la Universidad de Tokio se puede consultar en el siguiente enlace: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fmicb.2020.02050/full

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