NASA identifica azúcares esenciales para la vida en muestra extraterrestre

Los análisis del asteroide Bennu muestran por primera vez la presencia de glucosa en una muestra extraterrestre.

diciembre 3, 2025 10:17 am Published by

Un equipo internacional de científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) identificó azúcares esenciales para la vida, una sustancia polimérica no observada previamente en astromateriales y una abundancia inusual de polvo presolar en muestras del asteroide Bennu.

Estos descubrimientos aportan evidencia significativa sobre la distribución de los componentes básicos de la vida en el sistema solar primitivo y los procesos de formación de los cuerpos celestes.

El primer estudio, liderado por Yoshihiro Furukawa de la Universidad de Tohoku en Japón, confirma la presencia de ribosa (un azúcar de cinco carbonos) y, por primera vez en una muestra extraterrestre, glucosa (seis carbonos). Este hallazgo complementa detecciones anteriores de aminoácidos y nucleobases en las muestras traídas a la Tierra por la nave OSIRIS-REx.

La ribosa es un componente estructural fundamental del ácido ribonucleico (ARN), molécula indispensable para la vida terrestre tal como la conocemos. Según los investigadores, la ausencia de desoxirribosa (componente del ADN) en las muestras sugiere que la ribosa era más común en el sistema solar temprano, lo que respalda la hipótesis del “mundo de ARN”, la cual postula que las primeras formas de vida utilizaron ARN para almacenar información genética antes de la evolución del ADN.

Imagen: NASA

“Los cinco nucleobases utilizados para construir tanto el ADN como el ARN, junto con los fosfatos, ya han sido encontrados en las muestras de Bennu traídas a la Tierra por OSIRIS-REx”, explicó Furukawa en una publicación de la NASA. “El nuevo descubrimiento de ribosa significa que todos los componentes para formar la molécula de ARN están presentes en Bennu”.

Asimismo, Furukawa destacó que la presencia de glucosa indica que una fuente de energía vital para la vida terrestre también estaba disponible en los orígenes del sistema solar. “El ARN es el principal candidato para el primer biopolímero funcional porque puede almacenar información genética y catalizar muchas reacciones biológicas”, añadió el investigador.

Un segundo análisis, dirigido por Scott Sandford, del Centro de Investigación Ames de la NASA, y Zack Gainsforth, de la Universidad de California en Berkeley, documentó el hallazgo de un material con características similares a la goma, rico en nitrógeno y oxígeno. Este compuesto, descrito como un polímero antiguo, no había sido observado anteriormente en rocas espaciales.

Imagen: NASA

Los análisis realizados mediante microscopía electrónica en el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley sugieren que este material se formó a partir de la reacción de compuestos como el carbamato en las primeras etapas de calentamiento del asteroide padre de Bennu, antes de que este se consolidara como un entorno acuoso.

“En este asteroide primitivo que se formó en los primeros días del sistema solar, estamos observando eventos cercanos al principio del principio“, declaró Sandford, quien comparó la composición química del material con el poliuretano terrestre, aunque con una estructura más desordenada, refiriéndose a él como una suerte de “plástico espacial”.

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El tercer estudio, encabezado por Ann Nguyen del Centro Espacial Johnson de la NASA, se centró en el análisis de granos presolares encontrados en las muestras. Los resultados indican que Bennu contiene una cantidad de polvo proveniente de explosiones de supernovas seis veces superior a la de cualquier otro astromaterial estudiado hasta la fecha.

Imagen: NASA

Este dato sugiere que el cuerpo original del cual se desprendió Bennu se formó en una región del disco protoplanetario particularmente enriquecida por los restos de estrellas moribundas. Además, el estudio revela que, a pesar de la alteración geológica sufrida por el asteroide, existen “bolsillos” de material prístino que sobrevivieron.

“Estos fragmentos retienen una mayor abundancia de materia orgánica y granos de silicato presolares, que se sabe son fácilmente destruidos por la alteración acuosa en los asteroides”, afirmó Nguyen. “Su preservación en las muestras de Bennu fue una sorpresa e ilustra que algún material escapó a la alteración en el cuerpo padre”.

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