Una investigación revela datos sobre la sonoridad en la época prehispánica

El libro ‘Tlapitzalli. La forma del sonido’, suma aportes de arqueólogos, biólogos, restauradores y otros especialistas, en torno a los usos y simbolismos de instrumentos musicales mesoamericanos.

marzo 3, 2025 10:27 am Published by

A partir de una investigación multidisciplinaria y con el propósito de difundir la relevancia de las expresiones sonoras prehispánicas, así como mostrar el desarrollo tecnológico alcanzado por los pueblos mesoamericanos al crear los que, hoy día, podrían denominarse ‘instrumentos musicales’, el libro TlapitzalliLa forma del sonido (2024) recupera, en 160 páginas, los saberes extraídos del análisis de diferentes colecciones arqueológicas vinculadas con estas temáticas.

La obra deriva de la exposición homónima, montada entre octubre de 2023 y abril de 2024, en el Museo Regional de Guanajuato, Alhóndiga de Granaditas.

Compuesta por nueve ensayos y 140 imágenes, el libro se presentó este domingo, 2 de marzo de 2025, en la última jornada de actividades de la 46 Feria Internacional del Palacio de Minería, organizada por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Al comentar la publicación, el editor adscrito a la CNMyE, Carlos Méndez Domínguez, encomió la suma de esfuerzos de arqueólogos, restauradores, biólogos, músicos y otros especialistas que contribuyeron no solo a instalar la muestra citada, sino también a devolver la ‘voz’ a piezas que, al menos, habían permanecido mudas por 500 años.

Lo anterior, dijo, se puede conocer desde la propia publicación, toda vez que integra códigos QR que permiten a las y los lectores acceder, desde sus teléfonos móviles, a tales sonidos recuperados en flautas, ocarinas, güiros y otros objetos sonoros precolombinos.

Riruales y pedimentos

En sintonía con ello, la restauradora Frida Montes de Oca Fiol, curadora de la muestra y coautora de la obra, enfatizó que, dado que no se puede aseverar que en Mesoamérica existiera el concepto de ‘música’, el término más adecuado es el de ‘sonoridad’.

“A partir de las fuentes escritas, sabemos que las ceremonias rituales y los pedimentos a los dioses estaban acompañados de sonoridad, pero también la vida cotidiana debió estarlo. Por ello, no es equivocado afirmar que las sociedades prehispánicas eran auténticas culturas musicales”.

Incluso, a decir de la especialista, pueden aventurarse ciertas continuidades milenarias en cuanto al uso del sonido. Como ejemplo citó a los cascabeles, instrumentos que no solo se han recuperado arqueológicamente en contextos domésticos, debido a que en muchas comunidades indígenas contemporáneas todavía son usados para tranquilizar a las mujeres durante la labor de parto.

Montes de Oca apuntó que con este trabajo se busca abrir nuevas líneas de investigación que profundicen en la grandeza del patrimonio musical de nuestro país.

Los objetos presentados en este catálogo dan cuenta de la imaginación, creatividad y habilidad de sus hacedores. Así, entre las piezas más destacadas que pueden conocerse están una flauta con representación hombre-animal, fechada en el periodo Posclásico (900-1521 d.C.); un silbato zoomorfo que muestra un mono araña con su cría, elaborado con arcilla; una figurilla del dios del viento, Ehécatl, perteneciente a la cultura mexica, del  Posclásico Tardío (1325-1521 d.C.), y una sonaja con forma de mujer embarazada, datada entre los años 400 a.C., y 200 d.C.

La temática ha suscitado tal interés que, en julio de 2024, se presentó una segunda exposición, titulada Tlapitzalli. Ritos y sonidos del México antiguo, en el Museo de las Scuderie del Quirinale, de Roma, Italia, con motivo del 150 aniversario de las relaciones diplomáticas entre México y dicha nación europea.

Tlapitzalli. La forma del sonido (2024) puede adquirirse en las redes de librerías del INAH, del Fondo Editorial del Estado de México y de la UAEMéx.

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